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sábado, 7 de mayo de 2011

Gracias

No he tenido ocasión, aunque no haya pasado día en el que no lo haya agradecido en mi interior, de dar las gracias a la ingente muestra de apoyo y ánimo que he recibido en este nefasto último mes de mi vida.

Me he visto sorprendido con la cantidad de personas que, de corazón, se han preocupado por mi con sus llamadas, mensajes, "intento de visitas", regalos, cariño, ... aunque no haya podido atender a nadie, por razones obvias.

Sorprendido. Agradado. Colmado. Feliz.

Por eso quiero agradecer a todos y cada uno vuestra energía que me ha llegado en los momentos más difíciles de mi vida. Familia, amigos, compañeros: GRACIAS.



Y sí, gracias también, y especialmente, a la cultura oriental que tanto respeto y a la que siempre he seguido y de la que he intentado aprender muchas cosas. La medicina que me está curando la leucemia proviene de la medicina tradicional china; ellos curaban mi tipo de leucemia con concentrados de plantas que contenían una gran cantidad de ácido trans retinoico. Esto fue investigado por hematólogos franceses no hace más de 10 años y vieron la tremenda eficacia que tenía esta "quimioterapia oral tradicional china" en el tratamiento de ciertos tipos de cáncer y leucemia. El tratamiento se implantó en el año 2005 a nivel mundial con resultados más que sorprendentes, a pesar de que sus efectos secundarios pueden ser mortales. Yo, doy buena fe de ello. A pesar de que lleva 6 años probado, aún hoy en día se considera un tratamiento experimental. Y así debe el paciente aceptarlo y consentir por escrito.


Si alguien quiere conocer China, por favor, que evite las grandes urbes "globalizadas" y presas del destructor e imparable virus del neocapitalismo que fagocita culturas milenarias como la china y las aniquila, no dejando nada más que lo peor de cada una. Váyanse a conocer las hermosísimas zonas rurales, sus montañas, sus templos; conozcan las minorías étnicas que aún conservan, a duras penas, eso sí, su propia identidad. Visiten sus pueblos, sus mercados de frutas y hortalizas, sus plantaciones de té, de maíz. Véanlos reír, saludar y recibirte en sus casas. Y nunca, nunca, visitar los lugares atestados de los "tour" de turismo interior chino (sí, el turismo interior chino es uno de los negocios en alza allí). Uno se lleva un gran chasco.




Fotografía: pueblo Shigu, en la primera curva del río Yangtzé, lugar estratégico de paso de los ejércitos imperiales hacia el Tíbet. Allí, en la tierra de las eternas nieves, los esperaban, nunca dispuestos a rendirse, los irreductibles habitantes de las tierras más altas del planeta. Aquí, los campesinos, pacíficos y alejados de la corte Han, ayudaban el ejército a cruzar el Yangtzé, ¿qué otra cosa podían hacer?


1 comentario:

Anónimo dijo...

te estamos esperando como agua de mayo.

un abrazo fuerte

jfn