Cuando volaban sus largas alas cubrían el cielo y se hacía la oscura noche sobre la ciudad. Entonces las desgracias, la destrucción, la naturaleza desbocada se cernían sobre los habitantes de la zona, arrebatando vidas y asolando cuanto se ponía a su paso.
Un día, avisado de la crueldad de los dragones, el líder de los Ocho Inmortales, conocido como Lu Dongbin, acudió en defensa de los pobres campesinos del lugar derrotando a nueve de estas fieras criaturas. Iluminado por el Tao y haciendo gala de su conocida benevolencia, Lu perdonó la vida al más joven dragón, a condición de que habitara de por siempre en el estanque donde había enterrado, bajo un viejo pabellón, al resto de su malévola estirpe.
Aún hoy en día se pueden ver burbujas aflorando a la superficie del estanque cada vez que el dragón negro suspira … aunque algunos incautos piensen que proceden de los manantiales subterráneos que alimentan el estanque.
No seré yo quien les advierta de su error
4 comentarios:
Yo empiezo a dudar de si eres mejor como fotógrafo o como escribiente.
PD: Magnífico post caballero
Gracias, mi casi único y fiel lector ...
De eso se trata, de fotografías y algo más.
Casi único, yo también te sigo, y soy fiel lector... Pero con lo que más flipo son con las fotos, me encantan tus fotos!
Enhorabuena, sigue así.
Hola Juan, por eso escribí a Miguel "casi único", pero veo con agrado que me sigues.
Mil gracias por la "fidelidad".
Yo cuando quiera ver una peli, entraré en tu blog pero no sé dónde demonios las consigues
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