Hay una batalla en mi
que me aleja de ti.
Hay batallas que se ganan
pero hoy,
toca perder.
Hay días que son noches,
y hay noches sin luz.
Ahora camino solo
con una lágrima en cada mano.
En los bolsillos tus recuerdos,
en mi espalda un adiós.
Hay un agujero en mi habitación,
las sábanas están llorando por ti.
Lloran también aquel espejo,
que te vio reír,
los cristales de las ventanas
y mi viejo corazón.
Que pare esta pena tan grande,
que se lleve mi adiós,
que se olviden aquella caricias,
que se pare esta canción.
Los sueños me rodean,
el recuerdo de tu piel ahoga,
¡qué será de ti!
¡qué vacío habrá en mi!
Vendrán las iguanas a morderme
y los hombre que no sueñan gritarán tu nombre:
mujer que no supe quererte,
perdóname.
sábado, 26 de marzo de 2011
miércoles, 23 de marzo de 2011
Elizabeth Taylor ha muerto
Confieso haberme emocionado hasta tal extremo de tener que retorcer la nariz para impedir que me cayera alguna lágrima.
Siempre estuve enamorado de esa belleza salvaje de la gata sobre el tejado de zinc.
Descanse en paz ese bello animal de ojos violeta, increíblemente violetas.
Fotografía del gran maestro Richard Avedon
Siempre estuve enamorado de esa belleza salvaje de la gata sobre el tejado de zinc.
Descanse en paz ese bello animal de ojos violeta, increíblemente violetas.
Fotografía del gran maestro Richard Avedon
viernes, 18 de marzo de 2011
Gruissan y la tierra del viento
El por qué me atraen sitios inhóspitos, cuando la meteorología es cruel y depravada, jamás lo entenderé.
Los paneles de las carreteras indican rachas de más de 100 km/h, llueve torrencialmente, está anocheciendo y no conozco el lugar ni sé a dónde me dirigen esas carreteras que se retuercen entre los viñedos. Pero tengo que seguir conduciendo, tengo que llegar a ese sitio inhóspito para que el viento me mueva y la lluvia moje el filtro de mi cámara.
Necesito hacer esa foto ........
Fotografía: Gruissan, Francia
Los paneles de las carreteras indican rachas de más de 100 km/h, llueve torrencialmente, está anocheciendo y no conozco el lugar ni sé a dónde me dirigen esas carreteras que se retuercen entre los viñedos. Pero tengo que seguir conduciendo, tengo que llegar a ese sitio inhóspito para que el viento me mueva y la lluvia moje el filtro de mi cámara.
Necesito hacer esa foto ........
Fotografía: Gruissan, Francia
jueves, 10 de marzo de 2011
Cuestión de estilo
El estilo y la paciencia son cualidades, quizá virtudes, que se adquieren de la misma manera: se nace con ellas. Y lo que es peor, a menudo, necesitan del factor tiempo para manifestarse. Se pueden ejercitar, no lo dudo, y quizá, con perseverancia, se consiga algún progreso; más aprenderlas, se me antoja imposible.
Quien nace impaciente, muere impaciente. Quien nace sin estilo, muere sin estilo. ¡Qué crueldad manifiesta!
El estilo, en cualquier ámbito, debería ser una cualidad imperceptible a primera vista. El estilo de escribir, de pintar, de vestir, de andar, de amar, de vivir. El verdadero estilo está siempre al servicio del propósito, pero oculto. El estilo es algo que se percibe y no se ve, que cuesta a menudo definir. El estilo es el medio, no el fin. Es el atributo del mago que embauca sin que se repare en ello.
Cuando ocurre al revés, ya no es estilo, es amaneramiento o algo peor y más perfumado. Y si además se intenta copiar, es vinagre, no vino.
¿Cabe pues torpeza más grande que querer copiar un estilo y pretenderlo, encima, desde el primer instante?
Yo, pecador, no sé si tengo estilo. Pero lo que sí sé es que no tengo paciencia. Por ello todo lo que copié o premedité, lo tiré a la papelera.
Fotografía: este invierno nos regaló agua y nieve, y muchos días de niebla. No vi año, o no recuerdo haberlo visto, en el que el embalse de Santillana así rebosara. Esas ramas donde las rapaces posan pertenecen a unos enjutos y cadavéricos troncos, antaño árboles, y que en el estío, hasta su entronque con la tierra, en toda su longitud se muestran.
Quien nace impaciente, muere impaciente. Quien nace sin estilo, muere sin estilo. ¡Qué crueldad manifiesta!
El estilo, en cualquier ámbito, debería ser una cualidad imperceptible a primera vista. El estilo de escribir, de pintar, de vestir, de andar, de amar, de vivir. El verdadero estilo está siempre al servicio del propósito, pero oculto. El estilo es algo que se percibe y no se ve, que cuesta a menudo definir. El estilo es el medio, no el fin. Es el atributo del mago que embauca sin que se repare en ello.
Cuando ocurre al revés, ya no es estilo, es amaneramiento o algo peor y más perfumado. Y si además se intenta copiar, es vinagre, no vino.
¿Cabe pues torpeza más grande que querer copiar un estilo y pretenderlo, encima, desde el primer instante?
Yo, pecador, no sé si tengo estilo. Pero lo que sí sé es que no tengo paciencia. Por ello todo lo que copié o premedité, lo tiré a la papelera.
Fotografía: este invierno nos regaló agua y nieve, y muchos días de niebla. No vi año, o no recuerdo haberlo visto, en el que el embalse de Santillana así rebosara. Esas ramas donde las rapaces posan pertenecen a unos enjutos y cadavéricos troncos, antaño árboles, y que en el estío, hasta su entronque con la tierra, en toda su longitud se muestran.
lunes, 7 de marzo de 2011
Acompáñame a estar solo
A veces se puede decir mucho con nada, o no decir nada contándolo todo. A veces el silencio es todo. A veces una vida no es nada.
Hoy me regalaron esta canción que a lo mejor no dice nada, o lo dice todo.
<< Acompáñame a estar solo
a purgarme los fantasmas
a meternos en la cama sin tocarnos
Acompáñame al misterio
de no hecernos compañía
a dormir sin pretender que pase nada
Acompáñame a estar solo
acompáñame al silencio
de charlar sin las palabras
a saber que estás ahí y yo a tu lado
Acompáñame a lo absurdo de abrazarnos sin contacto
tú en tu sitio yo en el mío
como un ángel de la guarda
Acompáñame
a decir sin las palabras
lo bendito que es tenerte y serte infiel solo con esta soledad
Acompáñame
a quererte sin decirlo
a tocarte sin rozar ni el reflejo de tu piel a contraluz
a pensar en mí para vivir por ti
Acómpáñame a estar solo
para calibrar mis miedos
para envenenar de a poco mis recuerdos
para quererme un poquito
y así quererte como quiero
para desintoxicarme del pasado
Y si se apagan las luces
Y si se enciende el infierno
Y si me siento perdido
Se que tú estarás conmigo
Con un beso de rescate
Acompáñame a estar solo >>
"Acompáñame a estar solo", Ricardo Arjona
Fotografía: La Nautique, Narbonne (Francia)
Hoy me regalaron esta canción que a lo mejor no dice nada, o lo dice todo.
<< Acompáñame a estar solo
a purgarme los fantasmas
a meternos en la cama sin tocarnos
Acompáñame al misterio
de no hecernos compañía
a dormir sin pretender que pase nada
Acompáñame a estar solo
acompáñame al silencio
de charlar sin las palabras
a saber que estás ahí y yo a tu lado
Acompáñame a lo absurdo de abrazarnos sin contacto
tú en tu sitio yo en el mío
como un ángel de la guarda
Acompáñame
a decir sin las palabras
lo bendito que es tenerte y serte infiel solo con esta soledad
Acompáñame
a quererte sin decirlo
a tocarte sin rozar ni el reflejo de tu piel a contraluz
a pensar en mí para vivir por ti
Acómpáñame a estar solo
para calibrar mis miedos
para envenenar de a poco mis recuerdos
para quererme un poquito
y así quererte como quiero
para desintoxicarme del pasado
Y si se apagan las luces
Y si se enciende el infierno
Y si me siento perdido
Se que tú estarás conmigo
Con un beso de rescate
Acompáñame a estar solo >>
"Acompáñame a estar solo", Ricardo Arjona
Fotografía: La Nautique, Narbonne (Francia)
Suscribirse a:
Entradas (Atom)