Todas las fotografías y textos son propiedad del autor. Todos los derechos reservados. Copyright © 2010 José Luis Esteban




VISITA MI WEB: www.jlesteban.es




sábado, 31 de diciembre de 2011

Para terminar el año

Ahora que quedan apenas unas horas para que se acabe este fatídico año para mi, he de hacer una última confesión: no todo ha sido malo, no.

Por fin he conseguido uno de mis sueños: mi Harley.

Atrás han quedado funestos episodios agónicos. Y espero que mi nueva montura me dé muchísimas satisfacciones y restañe mis heridas.

Me ha costado mucho conseguirla, pero al final, ya puedo cabalgar sobre sus lomos: mi Harley Softail Springer modelo Cross Bones, que además ya no se fabrica.


¡FELIZ 2012!


Fotografía: mi Cross Bones, una auténtica "dark custom"

jueves, 29 de diciembre de 2011

El fuego purificador

Sirva ésta, si pudiera, para quemar todo lo malo que me ha pasado este año. Los malos ratos quiero que se quemen en mi memoria. Y aquella habitación blanca, llena de dolor, se tiña de todos los colores y sea capaz de revivir a todos su moradores.

Y aunque sigo renqueante y con la mirada algo turbia, a ver si soy capaz de quemar todos esos meses de sufrimiento.


Para aquellos que lean mi blog, les deseo todo lo mejor para el 2012. ¿Y salud? ¡Por toneladas!







Fotografía: embalse de Navacerrada (Madrid). Aunque parezca un "amaño" de Photoshop, ese cielo incendiado no es otra cosa que la contaminación lumínica ahuyentando la niebla. Y eso sí, un frío aterrador.


martes, 13 de diciembre de 2011

Calendario solidario hasta la médula: fundación Josep Carreras

UN PEQUEÑO GRANO DE ARENA AYUDA A CONSTRUIR UNA MONTAÑA

Sólo deseo que este calendario, humilde grano de arena, que he confeccionado con toda mi ilusión, pueda contribuir a la valiosísima labor que desarrolla la Fundación Josep Carreras contra la leucemia. Ojalá que cada uno de esos paisajes que he atrapado con mi cámara pudiera curar muchísimas leucemias, como yo he conseguido curar la mía.

Su precio es de 10€, cantidad que será íntegramente entregada a la Fundación Josep Carreras. El próximo lunes día 19 iniciaré su venta en la inauguración de la exposición REGALA ARTE que con motivo de las navidades se celebra en la Galería de Arte Montsequi de Madrid (c/Alonso Cano, 42). El acto, en el que habrá cóctel y vino español, se iniciará a las 20:30. Todo el mundo está invitado al mismo. En la exposición participo con cuatro fotografías cuya venta será destinada también a la Fundación.

Si alguien quisiera un calendario estaré encantadísimo de reservárselo y enviarlo por correo, para ello sólo tiene que escribirme a jlesteban.garcia@gmail.com














miércoles, 7 de diciembre de 2011

Más que bien

Esta es la expresión que mejor define mis últimos días de existencia. El día 1 empecé de nuevo el tratamiento de mantenimiento con quimio oral y la verdad es que me está afectando más bien poco, o también será que ya me he acostumbrado a ciertos efectos secundarios a los que no presto atención, no sea que se crezcan.

Hoy además he estado enseñando mis trabajos fotográficos en una galería de arte dedicada a la fotografía que se interesó por ellos. El director vio mis fotos en la web, le gustaron y me comentó que ahora estaba la cosa difícil pero que le interesaban para incorporarlas en el futuro a su galería. Le insistí en mostrárselas en papel, consciente de lo que ganan impresas y más con el papel que elijo para ello. Y hoy me ha recibido.

Tanto le ha gustado mi trabajo que hemos pasado de "colaborar en el futuro" a "serás el próximo artista que incorpore en el año 2012". Me he quedado sorprendido y, obviamente, me he llevado un alegrón que es difícil de explicar. Escarmentado ya por anteriores experiencias y pisando la tierra, aún no lo doy por cierto hasta que no lo vea con mis propios ojos, que este mundillo es tan cambiante que lo que hoy es un sí, mañana es un no. Pero pinta bien. Y contento no, contentísimo, porque entrar en una galería especializada en fotografía con la competencia que hay es casi milagroso (y sin padrino) y, más aún, cuando esta galería tiene presencia en ferias del sector (como Madridfoto) y clientes fijos coleccionistas de fotografía.

Pues eso, más que bien. Parece que me estoy cobrando revanchas a la leucemia y en lo fotográfico, mejor imposible.



Fotografía: las tres pagodas de Dali (Provincia de Yunnan, China)



lunes, 5 de diciembre de 2011

Con la punta de los dedos

El viernes me cobré una deuda que tenía pendiente con la leucemia, la traicionera muerte blanca. Abrí la última puerta que se interponía entre mi sueño y yo.

Ahora sólo es cuestión de tener paciencia (¿cuántas veces he escuchado la palabra paciencia en estos ocho meses?), sólo es cuestión de esperar unos días. Ya lo acaricio con la punta de los dedos.






Fotografía: Puerto de la Morcuera, Madrid.


viernes, 25 de noviembre de 2011

Finalista XIV Premio Bienal Unicaja de Fotografía

El día empezó mal, muy mal ..... hoy necesitaba abrir una puerta que me iba abrir un nuevo mundo. Pero me he dado de bruces con ella. No sé si fruto de los tratamientos de quimioterapia o simplemente que mi edad biológica, con esto de la leucemia, se ha apoderado de mi, pero el caso es que me encuentro últimamente falto de reflejos y algo lerdo para desenvolverme por este alocado mundo. Cuestión esta que se une a que mi batería se descarga muy rápido y tengo que dosificarme en mi actividad vital. Sea por lo que sea, desgraciadamente, el caso es que tengo que volver a esperar.

El resto de la mañana se ha pasado con problemas menores que, como en tantas y tantas cuestiones, se resolverán con tiempo y dinero.

Menos mal que algo bueno me ha traído por fin el día: el jurado del XIV Premio Bienal Unicaja de Fotografía me ha seleccionado como finalista del mismo, aunque no he sido premiado finalmente. Mi fotografía formará parte de la exposición que durante el año 2012 recorrerá distintas ciudades andaluzas y se incluirá en le catálogo que se editará con motivo de dicho evento. La fotografía, que ya apareció en este blog en su día, la tomé en una de los aislamientos que tuve que sufrir en el hospital durante mis tratamientos. ¡Vaya recuerdos!






















La titulé "Crisálida" y creo que todos los enfermos que han tenido la desgracia de padecer un cáncer y la suerte de poder contarlo la entenderán perfectamente.

A pesar de que el año agoniza ya en breve, no será ésta mi última novedad fotográfica. Ando preparando algo con la Fundación Josep Carreras de lo que en breve informaré en este blog.

jueves, 17 de noviembre de 2011

Crepúsculo

Crepúsculo: "Etapa declinante que precede al final de algo"


Acabo de recibir una llamada que me abre una de las últimas puertas hacia el final de mi último sueño. La semana que viene puede que aquello con lo que soñé en el hospital esté muchísimo más cerca.



Fotografía: embalse de Santillana (Madrid)

jueves, 10 de noviembre de 2011

Por cada historia que termina

Anochece y se vienen encima oscuridad, silencio y frío.

Por cada historia que termina un corazón que se parte, desangrándose en el olvido.

Una luna nueva que asoma, un largo día que acaba.

Perdóname por haberte querido. Perdóname por haberme perdido.

Todas las historias se terminan: en unas ríes, en otras lloras, pero al final en todas las páginas se acaban.

Así fue aquel loco camino sin sentido, una breve historia que se acaba.

Hoy llueven rencor, ira y lágrimas. Hoy muerde el estómago encogido.



Por cada historia que termina,

oscuridad,

silencio

y frío.




Fotografía: una historia que termina, ahogándose en un pantano, entre oscuridad, silencio y frío. Embalse de Santillana, Manzanares el Real.

martes, 8 de noviembre de 2011

Algo que celebrar

Aquel día decidí cumplir un sueño. La noche anterior, aislado en aquella habitación terriblemente blanca del hospital, me había despedido de mi hermano que, atónito y sin articular palabra, se petrificó delante de la cama incapaz de reaccionar. Jamás se me olvidará su cara ni esa dulce sensación que se apoderó de mi: la de apagarse lentamente, como se apaga una vela que se queda sin mecha.

Al día siguiente la suave luz del sol que apenas dejaba pasar las exiguas lamas de la persiana me desperezó de las brumas que se habían apoderado de mi. Sin poder mover ni la mano para secarme una lágrima que me caía por la mejilla, porque mi cuerpo falto de oxígeno era incapaz del más mínimo movimiento, decidí cumplir un sueño.

Un sueño que consiste en una carrera de obstáculos en la que hoy, gracias a Dios, tras mucho esfuerzo y lucha contra mi mismo, que es la más difícil de las luchas, he logrado sortear uno de los más complicados.

Así que hoy sí tengo algo que celebrar: mi sueño está cada vez más cerca, aunque la vida me ha enseñado que lo que un día está cerca, al día siguiente puede estar en el infinito, o más allá. Pero no por eso hay que dejar de luchar ni perseguir un sueño.




Fotografía: tomada en el embalse de El Vellón, Madrid

lunes, 7 de noviembre de 2011

Un indolente eufemismo

Como si de un parte de guerra se tratara: mi estado asténico remite, espero definitivamente, sin embargo nuevos daños colaterales han asaltado mis trincheras. Una epidemia invade mis tendones y músculos de tal manera que no hay movimiento que haga que no me produzca dolor. Cualquier malpensado diría que es cosa de la edad, y razón puede que no le falte, aunque yo lo achaco más a la falta de actividad de estos meses pasados y a los malditos tóxicos que son el pan mío de cada día.

Mi médico dice que soy el raro de la familia, lo que a mi me pasa no le pasa a ningún paciente, y de lo que la mayoría refiere como efectos secundarios, yo no tengo ni rastro. Me los relaciona y termina, sarcásticamente, con una cruel pregunta: "¿Se los cambiarías?". Mi respuesta es contundente: "NO".

A esto hay que unirle el eufemismo que se ha puesto de moda entre mis "conocidos" del barrio, ya que apenas salgo de aquí. "¡Qué fuerte te has puesto!", es clamor popular. Que gente tan bondadosa y prudente, cuando lo que quieren decir es que he desarrollado un enorme músculo abdominal que lejos de contenerse, bribón él, ha decidido expandirse. A todo esto, saco pecho y meto barriga. Y rezo para que no me vean cojear, no me quieran dar la mano o se les escape un golpecito en la espalda, porque entonces pudiera ser que el eufemismo le diera un abrazo a la razón y se convirtiera en un "¡Qué mayor te has hecho!". Y por ahí, sí que no paso.



Fotografía: Cudillero, Asturias.

jueves, 3 de noviembre de 2011

Mi tercer seno

Me acuerdo de cuando era pequeño (ya va haciendo tiempo) y en algunos circos se anunciaban seres extraordinarios como reclamo para acudir a las funciones. Estos seres extraordinarios eran la mujer barbuda, el enano más enano del mundo, una sirena, el hombre sin brazos y ... la mujer de tres senos (o tetas).

Siempre me quedé con ganas de haber ido a verlos. Pero mira tu por donde hoy mismo, sin comerlo ni beberlo, he podido ver a un ser extraordinario con tres senos: yo mismo. Hoy tocaba revisión hospitalaria con punción y aspirado de médula. Para mi sorpresa el doctor que me lo ha hecho era nueva en el hospital. Nuevo fichaje y éste que suscribe, se echa a temblar. Y no me he equivocado: mucho se ha pensado dónde hacerme la punción y mira que está fácil, carajo, en el esternón, justo en el "canalillo", si ya llevo unas cuantas. Pues no, este novato que se empeña en hacérmelo más arriba. Malo, malo. Y claro, jeringuilla en ristre, zas, puñalada (y no exagero). He descubierto tres asteroides nuevos y una galaxia entera. Y como debe ser que veía que no lloraba y esta circunstancia le debía extrañar, se ha ensañado con mi pecho como si de un picador de plaza de cuarta categoría fuera. Y venga a empujar, y venga a mover. ¿Te duele?, me pregunta el malevo. Y allí, ensartado, mi orgullo renace: "No". Y rendido cesa en su empeño de convertir la punción en una especie de suerte de varas, sólo que con el toro, yo, postrado en una cama sin escapatoria. Doblegado, pero perverso, me hace el aspirado y donde siempre ha sido una sola jeringuilla, éste, sádico y cruel, me saca dos.

Ahora soy uno de esos seres extraordinarios que las nieblas de mi infancia me traen de recuerdo: el hombre con tres senos (o tetas). Lo malo es que este tercero (o tercera) no me lo puedo tocar porque duele. Ya te digo que si duele.



El lunes unos pacientes amigos lograron sacarme de casa para hacer fotos al embalse de El Vellón. Rompieron mi aislamiento asocial, cosa que les agradezco infinito, pero no mis talones, cuya actual autonomía no pasa de 15 minutos andando y 5 minutos de pie. Logré subir una cuesta de 20 m, eso sí, con el resuello de un anciano de 90 años. Menos mal que la tarde la pude pasar sentado en el sofá. Al día siguiente cogí la tarjeta de memoria y descubrí, para mi asombro, que había hecho dos fotos ....





Fotografía: postal, sin más pretensiones, del embalse de El Vellón (Pedrezuela)

jueves, 27 de octubre de 2011

Mi noche toledana

Firmada la tregua y apenas las sobras del citotóxico pérfido y sus esbirros antineoplásicos habían sido expulsados de mi organismo, empezaron a arribar, en jovial, divertido y bullicioso tropel, los anhelados leucocitos y sus micrófagos ávidos de diapédesis, vestidos con gran boato de estricto blanco y toque púrpura, y aviados con sus más valiosas enzimas, seguidos de sus servidores, hematíes, transaminasas y demás hematopoyética corte. Los cortejos que partían oxígenados “plus ultra” del corazón, con gran algarabía y festejo, absorbieron la curiosidad del resto de los órganos, que entreabrían sus puertas y ventanas a su paso dejándose ocupar por aquel torrente de maná, milagroso manjar.

¡Qué dulce y brevísimo espejismo éste!. El amenazante oprobio, la premeditada y alevosa ignominia acechaban en la sombra como hampones, ¡el bilioso volcán, incubado con ira y rabia, estaba, al cabo, próximo a desbordarse de nuevo!


Siete días duró la tregua. El atrabiliario y altivo hechicero de la bata blanca había enviado su carnívora guardia de jayanes, metotrexatos y mercaptopurinas, oculta en diminutas pastillas a uno de los órganos que servían de despensa al resto, el agraz estómago. Allí aguardaron silenciosos como chacales, carroñeros y gregarios, al fúnebre cortejo de invitados, abalanzándose sobre los desprevenidos caballeros sin pronunciar una sílaba, barriendo a los moribundos a una laberíntica cueva conocida como hígado, donde se hacinaban los cadáveres en revuelto acervo. ¡Nadie hubiera adivinado que, como prueba de los protervos sentimientos y de la incivilidad del bárbaro hechicero de la bata blanca, aparecerían más tarde emborronadas en tinta sobre el pergamino de un laboratorio de análisis, con ojos vidriosos y vista empañada por el velo de la muerte, las lívidas cabezas de cuatromil leucocitos!

Se repite, entre lágrimas y lamentos, mi “noche toledana”.




Fotografía: una playa de Asturias que por torpeza no recuerdo, o quizá sea efecto de la noche toledana y su maquiavélica conspiración contra mi maltrecha memoria.


jueves, 20 de octubre de 2011

Sin nada que celebrar

Hoy es un día como casi todos los días: sin nada que celebrar.

Se va el verano, llega el otoño. Suben las transaminasas, bajan los leucocitos. Una semana sin tomar pastillas, pero sigo sin nada que celebrar.

El sol asoma tímido por la ventana. Las crías de petunia se retuercen buscando la luz, abriendo tímidas sus párvulas hojas. Un bostezo también las saluda. Y aquí no hay nada que celebrar.

Dos segundos. Dos. Y vuelta a empezar. El Southern Confort tendrá que esperar. Tic, tac, tic, tac. Que contento estaba y por dos segundos, dos, no tengo nada que celebrar.




Fotografía: otra hija que me gusta y he de perder. Pertenece a mis nuevos trabajos pero no encaja con sus hermanas, ¿o sí? No sé, el caso es que de momento, perdida es. Otro rincón de Cantabria de cuyo nombre no puedo acordarme.



miércoles, 5 de octubre de 2011

Cementerio de Niembro

Aquí los muertos descansan al ritmo de las mareas. Las almas encadenadas entre dos mundos esperan la pleamar. Esperan una barca que los lleve mar adentro, a través de la ría, para empezar el viaje sin fin hasta la eternidad.

En noches de tormenta se pueden ver lenguas de fuego azul saliendo de sus verjas, como antorchas que se encienden en la oscuridad pidiendo clemencia. "San Telmo ten piedad de nosotros y liberamos del mal agüero", se escucha clamar desde lo alto del campanario.

La luna llena, mecida por sutiles olas, vendrá pronto por sus almas. Naveguen en paz por el mar, por los siglos de los siglos.




Fotografía: cementerio de Niembro, Asturias.

lunes, 3 de octubre de 2011

Ría de Niembro

Todo sigue igual. Yo sigo igual. Las rías siguen igual, con sus barquitos varados en la orilla.

Los cementerios siguen igual. En su sitio, con las tumbas varadas en sus campos.

Las nubes vienen y van, como las mareas. Pero todo sigue igual.

La campana de la iglesia sigue igual. Muda y oxidada. Olvidada ya. Pero allí está.

El pueblo sigue igual. Turistas que vienen, turistas que van, aunque sus habitantes allí siguen igual.

Las fotografías son todas igual. Instantes que fueron, instantes que serán. La escena allí estaba y allí estará, siempre igual.

Los hombres enferman y envejecen, y entonces ya nada es igual.




Fotografía: ría de Niembro, Asturias.

martes, 27 de septiembre de 2011

Intoxicado

Me estoy intoxicando. Y digo "estoy" y no "están", porque al final el que se traga las pastillas soy yo. Hace unas semanas atisbé la posibilidad de que recuperaría mi actividad normal muy pronto. Me equivoqué. La ingesta masiva e interminable de pastillitas, antineoplásicos, citotóxicos o como diablos los quieran llamar me tiene contra las cuerdas porque el cansancio y las náuseas (asquito, según dice mi médico, palabrita que define mejor la sensación) no me abandonan. Otras reacciones adversas que tengo ya me parecen una nimiedad.

Estoy también empezando a cansarme de escuchar aquello de "ten paciencia", superada la cantinela del "que bien te veo". Y no digamos el eufemismo del "que fuerte te has puesto" (talla XL, por cierto).

Recuerdo una canción de cuando era pequeñito que decía "de la dusha a la cama y el yes very güel", de un tal Pepe da Rosa (un crimen, sí, un crimen). Y yo aquí, erre que erre, "de la cama al sillón y el nou plis, no puido".

Quién me ha visto y quién me ve: en lugar de estar pateando los Picos de Europa yo, el "sillonbolero" más cansado del mundo entero, planchando la oreja en el hotel. Tendré que tener paciencia que me veo muy bien y me estoy poniendo muy fuerte, ¡qué carajo!.




viernes, 16 de septiembre de 2011

Promielocitos normalizados

Ayer, nuevo chequeo médico. Y debo estar muy bien porque ya no intereso. Las consultas han pasado de ser de media hora a cinco minutos. Antes, el médico anotaba todas las reacciones que sufría mi organismo, ahora sólo levanta los hombros y tuerce una ceja. Antes yo salía con un informe debajo del brazo, ahora con un apretón de manos. Eso sí, de las analíticas y las punciones no me libro: quince minutos tardó la enfermera en extraerme la sangre porque, claro, mis venas no son tontas y se esconden, así que acabó pinchándome en el dorso de la mano, lugar que me encanta, por cierto.

Y aunque me volví a quejar por enésima vez de este cansancio que me persigue cada vez que tomo las pastillas A combinadas con las B, al sabio de la bata blanca le faltó echarme del despacho con una patadita en el culo. A este tipo de mirada astuta e hiperactiva sólo le interesan mis promielocitos, que por lo que se ve, ya están totalmente normalizados.

Así que como no me hacen caso, voy a cambiar unos días de aires para, una de dos, o terminar de reventarme de cansancio o subir una vez más de talla. Y quién sabe si conseguir alguna buena fotografía.





Fotografía: algún rincón de Cantabria del que mi triste memoria no recuerda el nombre.


martes, 13 de septiembre de 2011

Humanos fluorescentes inmunes a la leucemia

Leo ayer en el periódico un artículo titulado " Crean gatos fluorescentes inmunes al sida". Como vivo en otro mundo busco la fecha y no, no es 28 de diciembre.

Creo en la comunidad científica, así que voy a pedirles que una vez probado en los felinos creen humanos fluorescentes inmunes a la leucemia. Y también humanos efervescentes inmunes al cáncer. Y humanos elastómeros que no se mueran de hambre aunque no coman.

Más difícil va a ser, por no decir que imposible, crear simples humanos de carne y hueso inmunes a la estupidez. Aunque todo es cuestión de ponerse.

Un frente asténico, borrasca de quimioterapia, me ha hecho una visita y como el anticiclón no quiere venir, me tiene "acogotado" contra el sofá. Pero claro, como tengo un aspecto fenomenal y estoy muy fuerte (eufemismo por gordo, con el que últimamente soy muy amablemente bombardeado) no tengo de qué quejarme. Pero como estoy enfermo, o ya no, no lo sé, me importa un pito y voy a quejarme: estoy harto de sentirme cansado, harto de la apatía, harto de la falta de ganas, harto de tomar decenas de pastillas a diario, harto de mi barrigón, harto de tirar de mi energía hasta agotarla, harto de leer en los informes "asténico sin otra sintomatología", harto de protestar ... ¡¡¡HARTO!!!



He realizado experimentos científicos para convertirme en inmune a la leucemia, pero he fracasado estrepitosamente. Con lo que no contaba era con sus efectos secundarios y ahora soy fluorescente, o efervescente, o un protestón de color verde. ¡Vaya usted a saber!



martes, 6 de septiembre de 2011

El pastillero mágico y otra palmadita en la espalda

Acabo de llegar de recoger la exposición del CEART de Fuenlabrada. Puf, qué mareo y qué náuseas, ¿serán las 30 pastillas que me tomé ayer?.

El responsable de exposiciones, Juan Carlos Moya (que gran tipo, que agradable, simpático y colaborador), me vuelve a felicitar por mi trabajo y me repite que le ha encantado. ¿Me tomé las 5 pastillas de quimio de la mañana? Ah, sí, pero no me he tomado las 2 de mercaptopurina que he de tomar entre comidas ... ummmm .... voy a buscarlas al pastillero.

Además Juan Carlos me dice que ha mostrado mis fotografías a fotógrafos de primer nivel (Mellado, Díaz-Maroto, Ángel Marcos, ...) y que han sido unánimes en alabar mi trabajo, sobre todo las últimas fotografías que no son abstractas. No sé si comeré hoy, con este revuelto de estómago que tengo, pero ¿dónde está mi pastillero?

Me despido de Juan Carlos, me insiste: mueve tus fotografías, son muy buenas. Cuando tengas más pásate por aquí que las quiero ver. Ah, mira, allí está el pastillero .... pero si está ya vacío otra vez, ¿tendrá un agujero?. Total, si hoy sólo tengo que tomar 20 pastillas. Lo rellenaré otra vez.

En fin, que me vuelvo a casa con las fotografías debajo del brazo y una palmadita en la espalda, ¿y ahora qué?

Maldito pastillero, lo acabo de llenar y ya le faltan pastillas. Y los botes y cajas vacíos, ¿y ahora qué?

A seguir haciendo fotos, presentarlas no sé dónde, pedir cita para el médico para que me haga recetas, comprar más botes y cajas con las pastillas, y comprarme otro pastillero sin agujero, pero no sé dónde.

Cómo me duele la espalda del golpecito.
Cómo me duele el estómago del pastillero maldito.





Más fotografía conceptual de la serie "Desechos de tienta".


lunes, 29 de agosto de 2011

Recuerdos de infancia: la morena del cuadro

Los tan lejanos recuerdos de infancia son tesoros que jamás deberíamos dejarnos robar. Magnificados siempre por su lejanía y la deformación infantil, a veces nos devuelven pesadillas y otras nos regalan imágenes idílicas.

Entre los míos, que cada vez quedan más distantes, está el recuerdo de una hermosa mujer morena pintada en un cuadro de una exposición a la que mi padre me había llevado. Un sobrecogedor y mágico claroscuro hacían de su tez blanca una aparición celestial saliendo de las tinieblas. Sus piernas no parecían tener fin, pero lo que más me turbaba era su provocador hombro apuntándome hacia donde parecía asomarse, tímido, uno de sus pechos. La chica piconera de Julio Romero de Torres se quedó para siempre grabada en mi subconsciente.

Aquella tarde había quedado con Amparo para hacerla unas cuantas fotos. La magnífica luz que se colaba por el ventanuco del pasillo del hotel llevaba varios días robándome el sueño, pero no era capaz de imaginarme ninguna foto en ese rincón. Senté a Amparo en un pequeño silloncito del pasillo y la fui moviendo de posición hasta que de repente se apareció ante mi fugazmente la chica piconera, como rescatada de un sueño. Me dirigí a toda prisa hacia mi cámara, que me aguardaba montada en el trípode, y apreté ansioso el disparador. Miré de nuevo al sillón, pero la piconera de piernas infinitas y hombro desnudo había desaparecido. Allí sólo estaba Amparo, con una incipiente sonrisa y su larga cabellera negra precipitándose al vacío.

Y recordé el cuadro, a la hermosa morena y volvieron, como golondrinas a su nido, recuerdos de mi infancia





Fotografía: gracias a Amparo, una belleza cántabra, por posar para mi.

miércoles, 24 de agosto de 2011

Arte conceptual

Sigo a vueltas con el concepto y el discurso artísticos, sobre todo cuando se habla de fotografía. Y al obcecado fielato que se le sigue procesando en las escuelas de fotografía, hasta tal punto que este extremismo se me antoja ya rancio, caduco y obsoleto. El urinario de Duchamp data de 1917, ¡ya va haciendo tiempo!

Y digo esto desde el cansancio de tener que leer, ver y oír, repetidas veces hasta la saciedad, que cuando una "supuesta obra de arte" carece de estética, es ininteligible, o absurda, o grosera y, lo peor, que en el fondo se burla del espectador, lo denominan arte conceptual. Y lo que ha sido la revolución en el arte, que la idea esté por encima del objeto que la representa, se ha convertido en el refugio de los caraduras y la muletilla de la gran masa.

El culmen de tamaño despropósito fue aquella exposición, celebrada en París hace dos años, en la que la obra consistía en una galería de arte con todas sus paredes pintadas de blanco y completamente vacía. Y para colmo, o más bien para "cachondearse de todos los espectadores" se tituló "Vacíos". Señores inventores de lo inventado, John Cage compuso una canción que era sólo silencio de 4 minutos y 33 segundos e Yves Klein expuso ya una habitación blanca y vacía, y vendió espacios vacíos de París por oro (y se hinchó a venderlos), y eran los años sesenta. Está ya todo inventado. Recuerdo haber leído en aquella ocasión de un crítico que al ver la exposición se quedó anonadado ante la "pureza" del concepto. ¡El colmo!

Pues no, no es el como. El fin de semana pasado un "artista" (jajajajaja) se encerró en una jaula con un montón de gallinas mientras él dormía la mona por los efectos de los barbitúricos, ansiolíticos y demás mandangas que le administraba su novia, también "artista" (jajajajaja). Quería "mostrar que somos todos iguales, independientemente del lugar que ocupamos en la cadena alimentaria". ¿Es un geta o un gilipollas? O quizá sea un artista conceptual, quién sabe.



Después de pensarlo mucho, yo también me he vuelto artista conceptual. Y esta es mi primera foto en este campo, titulada "Desechos de tienta". El concepto está claro, ¿o no?


jueves, 18 de agosto de 2011

¿Qué me pasa doctor?

Cariacontecido vengo. Cabizbajo, umbrío, turbado.

Siento unas 900 punzadas opresivas en mi pecho cada hora (cuestión de haber sufrido un aspirado de médula esta mañana, supongo).

Compungido estoy. Atribulado, mohíno, acongojado.

"Doctor, doctor, tengo una fatiga tan enorme que hay días que no salgo de casa, peregrinando de la cama al sofá, y del sofá a la cama. Y todo empezó cuando dejé de tomar el medicamento B, que usted me pautó para contrarrestar los efectos del medicamento A. Y todo ello acompañado de dolores musculares"." Analíticamente no tiene explicación. Está todo correcto", me espeta el doctor.¡Joer con la corrección!, pienso yo para mis adentros, pero si casi todos los parámetros están por debajo de los mínimos. "Claro, que a veces al dejar de tomar el medicamento B dan bajones", añade el doctor. ¡Joer con los bajones!.

"Doctor, doctor, que los eccemas se han extendido por todo el cuerpo y no duermo por las noches de los picores". " A ver, pantalones fuera ... ummmm ... sí, una dermatitis, pero esto no es por culpa del medicamento A. Te mandaré a un dermatólogo".

(Al llegar a casa leo los prospectos de los medicamentos A y B: para mi indignación y desánimo "resúltase" que todo lo que me pasa está incluido entre los efectos adversos frecuentes que describen. Tanto durante el tratamiento como cuando se suprime la medicación. Así mismo se describen otro efectos que, casualmente, también sufro y que no voy a enumerar por falta de tiempo y ganas).

"Doctor, doctor y ahora ¿qué?". Pregunto arañándome los brazos y mordiéndome los labios, sencillamente aterrado. "Bueno, pues en los próximos 2 años seguirás el tratamiento del medicamento A acompañado del medicamento B durante 15 días cada 3 meses. Diariamente tomarás 2 pastillas del medicamento C, y una vez por semana 12 pastillas del medicamento D que ya veremos si no se convierte en un jeringazo semanal. Y cada 2 meses una biopsia, o sea, un aspirado de médula". Frunzo el ceño y retuerzo la boca. "Pues acostúmbrate a las biopsias, que son ya de por vida. Hay que controlar tu médula pues en un 10% de los casos la leucemia rebrota y hay que atajarla precozmente".

"Por cierto", añade el doctor, "léete bien los prospectos de los medicamentos C y D porque interactúan con un montón de otros medicamentos y su toxicidad también es considerable. Ni se te ocurra automedicarte ni con un Ibuprofeno. Cualquier futuro tratamiento, me lo debes consultar. Lo dicho, ni una maldita aspirina".

Y ahora digo yo: vaya futuro de mierda que me espera ....


Enciendo la televisión y escucho a un prelado en mitra y palio regañando, más que arengando, a sus jóvenes cohortes por el "rampante relativismo espiritual". Y los indignados, indignándose. Y nuestros políticos, escaqueándose. Y la Merkel muy preocupada. Y Obama en autobús.

Y ahora digo yo: vaya futuro de mierda que nos espera .....



Fotografía: un horizonte incendiado en un océano muy negro en un rincón de Cantabria de cuyo nombre no quiero acordarme.

viernes, 12 de agosto de 2011

Mi mar, el mar

Hoy volví a ti
mi mar, el mar,
llanura de lágrimas de sal.

Hoy llegué a ti
a cumplir mi juramento,
con el cuerpo quebrado
la muerte en mi sangre,
obscena, rebullendo.

Se dio el alma de sí
de tantos dolores y penas,
y se ha perfumado el aire
de lamentos.
Mi mar, el mar.

Me asomo a ti,
océano de paz,
envuelto en sombras:
quien sabe si huyendo,
quien sabe si pertinaz,
a morirme entre tus brazos vengo.

Y ahora que yo quería hablarte
se han roto los cielos,
y las nubes que te rodean
las hogueras encendieron.

Y ahora que yo quería cantarte
mudo me quedo,
mi mar, el mar,
abismo de lágrimas de sal.

¡Qué bello mar, qué bello!
¡Qué bello mirarme en ti, qué bello!

Hoy volví a ti
de la muerte huyendo
y te encontré, mi mar,
jugando con la luz,
allá en el horizonte,
donde los días mueren.

Y ahora que yo quería decirte
que escapando vengo,
apagas la última luz
y te me vas.


Hoy lloré en ti
mi mar, el mar,
refugio de mis lágrimas de sal.
¡Qué triste vengo!
¡Qué lejos te vas!





Fotografía: otro rincón de Cantabria de cuyo nombre no quiero acordarme

lunes, 8 de agosto de 2011

El último rincón

Sucede que me canso de estar cansado, con el cuerpo dolorido y la piel carcomida de picor.

Sucede que me voy a buscar allí donde se halla el último rincón.

"El último y el primero:
rincón para el sol más grande,
sepultura de esta vida
donde tus ojos no caben."


Sucede que cuando lo encuentre, o acaso lo haya encontrado, grabaré su rostro y olvidaré su nombre.

Sucede que si alguien más lo encuentra, o lo roba, o lo hiere.

"Después del amor, la tierra.
Después de la tierra, nadie."

El último rincón, de Miguel Hernández





Fotografía: un rincón de Cantabria de cuyo nombre no quiero acordarme

jueves, 21 de julio de 2011

La tierruca

Han pasado las náuseas, el cansancio extremo da una tregua y no han aparecido las temibles fiebres. Mañana chequeo médico.

Cada vez veo más cerca poderme escapar la semana que viene unos días a Cantabria. No podré recorrer los caminos y montañas que tantas veces he pateado, pero los cambiaré por la cámara de fotos y la búsqueda de nuevos rincones de los que disfrutar, eso sí, a los que se pueda llegar cerca en coche.

Así que con esto me despido hasta la vuelta.



Fotografía: un mar embravecido en algún rincón de Cantabria ....

viernes, 15 de julio de 2011

Adiós Idarrubicina, adiós

Adiós bolsas azules.
Adiós líquidos de colores.
Adiós vías periféricas y centrales.
Adiós bombas infusoras.
Adiós pesadilla, adiós.

Y que lo que queda por venir, ya vendrá.



Fotografía: unos felices críos perdidos en un recóndito y pequeño pueblo de Xishuangbanna (China). Me hubiera clonado y puesto con ellos, pero no puedo saltar ... todavía .... ja.

jueves, 14 de julio de 2011

Penúltimo asalto: muérete un poco más

Por fin. Último ciclo de quimioterapia intravenosa. Hoy y mañana, sendas infusiones. No hablo de tisanas, ni de te ni de manzanilla, me refiero a "chutes". Pero antes, esta mañana, revisión con el gran curandero para que dé su visto bueno al tratamiento:

"Hola, ¿qué tal te ha ido?", me recibe el gran curandero con una enorme sonrisa que intuyo es fruto de la contemplación de mi enorme papada y mi prominente barriga. "Pues ..... puffffff .....", no me deja decir nada más. "Venga, venga, que yo te veo muy bien". Ale, otro igual, que me ve bien. Estoy harto de la frasecita ..... "No, si bien estoy. Bien j.....". "Pues ¿qué te pasa? A ver ...", me pregunta el gran curandero con un fingido tono complaciente. "Me pica todo el cuerpo", e intento no empezar a rascarme como si fuera un chimpancé," y me han salido granitos por todas partes. Pero lo peor es que en salva sea la parte parece que me hayan pasado papel de lija ... casi al rojo vivo está". "Despelótate chaval .... ummm .... bueno, una dermatitis. Normal que te salga con el tratamiento. Y eso son hongos, también normal que te salgan". ¿Serán alucinógenos?

Y seguimos: "La analítica está muy bien", dice el curandero. Pero yo veo que en más de la mitad de los parámetros tengo asteriscos. "Si usted lo dice". "¿Cuánto pesas?". "Tropecientos ...", respondo yo enojado. "Ala, has engordado 6 kilos. Son los corticoides, pero tienes que comer menos o te vas a poner como una bola". "Bueno, para mi que bola ya soy. Pero si le juro a usted que como normal y que me quedo siempre con hambre. Me muero de hambre", le digo. "Pues muérete un poco más", me dice sonriendo.

"Me duele la cabeza, me duelen los huesos y la musculatura ...", termino ya de quejarme. "Bien, para eso lo mejor es ajo y agua", dice el gran curandero. "¿Ajo y agua?". "Sí, ajo(derse) y agua(ntarse)".

Sigue escribiendo el curandero en su ordenador mágico. Al rato me imprime una hoja con el tratamiento. Cuento el número de pastillas diarias que me tengo que tomar en los próximos 15 días: diecisiete (17). Y dos pomadas .... la cuenta de la farmacia se va a alegrar.

"Sería bueno que te fueras unos días de vacaciones y te olvidas de hospitales", termina diciéndome el curandero, yo creo que apiadado de la tortura psicológica a la que me acaba de someter. "Pero debes tener muchas precauciones: prohibido tomar el sol, bañarse en piscinas, sécate bien e inmediatamente si vas al mar (por los hongos, claro), el alcohol prohibido, comidas crudas prohibidas, cuidado con lo que comes fuera de casa y come poco y sanito, no te canses, no te arrimes a gente que tose, niños, animales .... y bla, bla, bla". "Ah, muy importante", termina diciendo el curandero," y te haces una analítica y me llamas por teléfono para ver cómo está".

Carajo, ¿a dónde puñetas me voy yo a ir así de "vacaciones"? ¿O me ha querido decir que me busque un hospital al lado de la playa?¿Pues no me veía tan bien?


Pero me quedo con ese lindo deseo: ¡muérete de hambre un poco más!



Fotografía: Liencres (Cantabria)

viernes, 8 de julio de 2011

Ego y vanidad

Decía un colega del mundillo que para ser fotógrafo se necesitaba mucho dinero y tener el ego muy grande. Yo no tengo dinero, si no aquí iba a estar yo.

Ahora mismo, y jamás lo hubiera pensado, estoy exponiendo en tres sitios a la vez, y no precisamente tres sitios cualquiera: la estación de Oviedo con Caminos de hierro, en Photoespaña con Alliance Francaise y la Fundación Pilar Citoler en la colectiva "Tolerancia" y en el CEART de Fuenlabrada.

Para más vanidad y "gloria de cartón" del que escribe, el miércoles fui invitado por el embajador francés a su residencia en Madrid a una recepción que ofrecía a ganadores y finalistas del concurso y exposición "Tolerancia" de Photoespaña. Allí estaban no más de 50 invitados, incluidos el embajador, Pilar Citoler, Claude Bussac (directora de Photoespaña) y Juan Luna (conservador del Museo del Prado) ... Me llevé a mi padre, consciente de que mi cuerpo no iba a aguantar ni disfrutar del cocktail. Menos mal que el palacete estaba lleno de reliquias de otros siglos donde poder sentarme. Mi querido progenitor, muy impresionado por el plantel de asistentes, no se amilanó a la hora de enfrentarse a las fuentes de ostras, la degustación de quesos artesanales y de vino de Burdeos, e incluso pudo disfrutar de la presencia de Calypso (metro ochenta y cinco de gala). Yo me conformé con algún limón y los quesos.

Mi ego anda a golpes con el techo de mi casa, y mi vanidad no deja de preguntarme al oído "¿Y ahora qué chaval?".

"Pues ahora que va a ser ...", la respondo yo elevando levemente los hombros mientras frunzo el ceño porque la vía me molesta en el pecho cuando hago ese gesto, "pues esperar al último ciclo de quimio y si hay suerte escaparme algunos días al norte a hacer lo que más me gusta: fotografiar atardeceres".

"Vaya un fotógrafo de mierda ... ", me responde la vanidad que últimamente me ronda, "que vulgaridad y que desprestigio para alguien tan afamado como tú".

Yo la miro de soslayo y me río.




Fotografía: estany d'Ivars y Vila-Sana (Lleida)

martes, 5 de julio de 2011

Tres meses: ya va haciendo tiempo

Tres meses ha, tres, que la vida decidió cambiar el color de mis paredes. Y como no me gustó el color, decidí repintarlas. Nunca hubiera pensado que los pasillos eran tan largos y que los techos estaban tan altos. Ni imaginé la cantidad de rincones a los que no se llega con la brocha y hay que pintarlos con los dedos, con las uñas, con sangre, ...

Tres meses ha, que son muchísimo tiempo o no son nada: lo que fui, lo que he sido y lo que soy. Lo que seré tras ese largo pasillo sin aún repintar.

Hoy me quedo con las personas que me encontré por los rincones de mi nueva casa, las que me tendieron sus manos y me ayudaron a pintar. Con su nombre pintado con el corazón escribo en mis paredes.

Al resto los borro, bastante tienen ya con bañarse en su lodo, no vayan a dejar la huella de sus manos sucias en alguna pared y luego toque limpiarlo.

Gracias a todos los que pintasteis y a los infatigables que seguís pintando sin pedir nada a cambio.




Fotografía: ría de San Vicente de la Barquera (Cantabria)


lunes, 27 de junio de 2011

Próxima exposición LACRIMA - CEART Fuenlabrada

Un gran salto cualitativo: exponer en el Centro de Arte Tomás y Valiente de Fuenlabrada, el centro de exposiciones público de referencia de la Comunidad de Madrid y por consiguiente uno de los principales de España. Un logro que jamás se me hubiera pasado por la cabeza conseguir.

La inauguración será el próximo jueves días 30 de junio a las 20:00, a la que está invitado todo el que quiera y pueda asistir.

Afortunadamente tengo amigos que me están ayudando con la logística, si no, no podría haberlo hecho. Los tengo de taxistas, recaderos, auxiliares y me ayudarán a montar la exposición. Y con reservas que se han ofrecido a ayudarme. Os estoy muy agradecido.

Esta vez, y además por el empeño que he puesto en cuidarme y reservar fuerzas, los efectos de la quimioterapia han sido mucho menores. Así que casi puedo confirmar que estaré en la inauguración con una enorme sonrisa de oreja a oreja.








lunes, 20 de junio de 2011

El hombre de hojalata

El hombre de hojalata sólo quería un corazón de verdad para poder tener sensibilidad. Quería volver a sentir. Quería volver a llorar. Quería volver a reír. Así que se lo fue a pedir al gran mago.

La ciudad de las hienas y los chacales tenía un corazón de verdad, y podía sentir, podía llorar y podía reír sin tener que fingir. Pero se lo vendió a la bruja mala por un gran saco de monedas. Y ahora en la tierra de las hienas y los chacales sólo se siente, se llora y se ríe con dinero.

El mago le dio un corazón de verdad al hombre de hojalata, corazón que hacía tiempo le había arrebatado a la bruja mala con un encantamiento. Así el hombre de hojalata, que antaño había sido leñador, se puso muy contento y se fue a su bosque con su nuevo corazón. Allí cortaba ramas y hacía tallas que cambiaba en la ciudad de las hienas y los chacales por aceite para engrasar sus articulaciones.

Por las noches, en su cabaña, el hombre de hojalata se quedaba en silencio oyendo latir su corazón y deleitándose con el baile que sus pequeñas tallas le dedicaban al ritmo de su tic, tac, tic, tac, tic, tac.


Y sentía y lloraba y reía.




miércoles, 15 de junio de 2011

Este planeta está enfermo

"Hola Julio, aquí vengo con mis padres a invitarles a comer por mi cumpleaños ....", digo con mi calva reluciente al entrar al restaurante.

"Hombre, ¿cómo estás?". "Pues del hospital a casa, de casa al hospital. Unos días mejor, otros peor. La quimioterapia esta que ...". Julio, el dueño, me interrumpe y saca de debajo de la mesa una analítica y un informe médico: "Mira, tengo varias manchas en el pulmón. Pequeñitas, de milímetros, y van a ver de qué son. Yo no me preocupo por estas mariconadas .." (Y una leche, pienso yo ...). "Ya te contaré en que acaban estas manchas, pero vamos que tu leucemia bien, ¿no? Sólo hay que verte ...", termina diciendo el tal Julio.

Santiago, el otro dueño del restaurante, de complexión atlética, alto y hermoso, engominado hacia atrás me pregunta por mi salud. "Bueno, pues curándome la leucemia, pero esto es largo y uno se siente enfermo y cansado y ...". Otro que me interrumpe: "¿Enfermo? Si yo te contara como estoy, el estrés del restaurante, el ....", y dejo de escuchar, desconecto y me siento a la mesa.

.........................

"Hola Emi, ponme un zumo, un café y una tostada que vengo de hacerme una analítica". Saco mi pastillero y me sumerjo en él a rescatar las 8 pastillas que tengo que desayunar. Emi vuelve con mi desayuno: "Guapetón, que bien te veo". "Sí, ya me ves, empastillándome ...". "Eso no es na", suena con deje extremeño, "yo me tomo 13 pastillas al día desde que tengo 8 años de edad, soy epiléptica, depresiva, y .....". Me concentro en la tostada y vuelvo a desconectar.

......................


"Me he enterado de lo de tu leucemia", me dice el vecino. "Sí, ya ves .... una putada", digo. "¿Putada? Para putada la de un compañero mío del trabajo, que le diagnosticaron una leucemia promielocítica ..". "Anda como la mía", digo yo. Pero no me deja seguir: " ... se la diagnosticaron tal que un sábado y el domingo la palmó". Decido despedirme porque me están esperando mis padres .....

...................

"¿Qué tal vas tío?". "Macho, llevo ya más de dos meses con la maldita leucemia, a mitad del tratamiento fuerte y esto de estar todo el día hospital arriba, hospital abajo, quimioterapia, náuseas, mareos, fiebre, altas, bajas, pruebas,...., está uno harto". "Joer, pues yo te veo bien tío, no parece que tengas nada ... bueno, lo de la calva, está de moda ....". Ya estamos otra vez, pienso yo, que la procesión va por dentro ....... "Tu fíjate que ojeras tengo yo", me dice, " sólo duermo un par de horas al día, y no seguidas. La loquera después de 8 años de tratamiento todavía no ha encontrado nada que me haga dormir".

............

Un conocido del barrio me da hoy los buenos días. "¿Y ese cambio de look? A la moda, ¿no?, la cabeza rapada". "Pues no, es que hace dos meses .....", hago un parón y me lo pienso", ... me salieron piojos y tuve que raparme el pelo. Ahora tengo un eccema y estoy dándome cremas a ver si se me quita". "Ah, vaya .... y oye, hace mucho que no te veo, ¿dónde te has metido?". "Pues es que ....", estoy unos segundos en silencio pensando qué decir," ... he tenido una gripe tardía, y unos cuantos viajes, por eso no me has visto". "Bueno, me voy al hospital que le van a hacer un by-pass a mi padre".

............


El caso es que me acaban de llamar del hospital, tengo que hacer la maleta y presentarme allí ya mismo. Me espera el quirófano para ponerme una vía central y la primera bolsa de termitas. No contaba con ingresar hoy, ya que no me habían avisado aún. Pero mi vida ahora es así, no hay planes, ni días, ni mañanas ... sólo hospitales. El estómago se me ha encogido, pero allá que voy a por el tercer ciclo de quimioterapia sabiendo lo que me espera los próximos días ....



Pero vamos, yo no estoy enfermo, sólo hay que verme. El que está enfermo es este planeta. O más bien, sus habitantes.






martes, 7 de junio de 2011

El largo camino

"Anda despacio o te perderás la belleza del camino" (pensamiento zen). Pero hay caminos, como el que me ha tocado, que no se eligen y que si se pudiera, deberían andarse a grandes zancadas y no mirar a los lados, jamás, no sea que el precipicio te engulla.

Las bolsas de termitas, de las que dicen los sabios de la bata blanca que cada vez contienen menos depredadores/sanadores, a mi se me antojan más voraces y destructivas a medida que mi cuerpo se va debilitando. Hasta tal punto que me tienen agotado. Me agarro a cuanta motivación, y doy gracias de poder tener tantas y tan fuertes, llama a mi puerta. Pero no puede sacarse uno de la cabeza los dos meses de padecimiento, y mucho menos, lo que queda por delante.

Sí, es un largo camino en el que no se puede alargar la zancada, ni se debe uno parar a mirar el paisaje que lo rodea. Sólo cabe apretar los dientes, agachar la cabeza y enderezar el paso.

Y como decía mi abuelo, que no te pongan en la espalda todo el peso que puedes llevar.



viernes, 3 de junio de 2011

Inauguración exposición "Tolerancia" en Alliance Francaise

¿Habrá sido una apisonadora lo que me ha pasado por encima? ¿Me han dado una paliza unos sicarios? ¿O acaso me han coceado todos los toros de un rodeo?

Ayer me dieron el alta, pero ocho días encerrado en una habitación del hospital sin poder salir, de los que no recuerdo más que uno no haber tenido fiebre, y lidiando con dolores de cabeza, desmayos y otras miserias de cuyo nombre no quiero acordarme, ahora me pasan factura.

Unos días de recuperación, incluidos dos chequeos médicos, y tendré que volver al hospital a recibir el tercer ciclo. El final sé que cada vez está más cerca, pero no lo veo ni lo siento. Y uno se cansa. Se agota.



Cambiando de tercio: ayer se inauguró la exposición, aunque el sitio elegido este año nos dejó a todos los participantes un poco perplejos. Eso sí, degustación de quesos franceses, ostras y vino que no faltara. El agua embotellada y el sofá de la entrada lo mejor para mi. Y fui tan osado de asaltar a Pilar Citoler, presentarme y recibir el halago por su parte de que ella fue una de las que me seleccionó como finalista porque le gustaba mi foto. No todo va a ser malo, sólo que me gustaría estar medio bien para poder disfrutarlo un poquito más.



domingo, 29 de mayo de 2011

Púgiles fajadores

Me ha tocado en este combate un descarnado contrincante, un fajador nato, que en términos boxísticos se dice del que golpea insistentemente al contrario. Claro, que este tipo no sabe que enfrente hay otro fajador, que también, y en términos boxísticos, se refiere al que tiene gran capacidad de aguante.

Llevo cinco días ya ingresado en el hospital por culpa inicialmente de la fiebre que me apareció, traicionera ella, nocturna y alevosa, el miércoles pasado. Aquí, de nuevo retenido y aislado entre cuatro paredes blancas, se ha complicado el cuadro con dolores continuos de cabeza, naúseas los primeros días y mareos que hasta un par de desmayos me han costado (sin entrar en la cómica, ahora, descripción del primer desmayo que tuve, bote de 2l de orina en mano y mi hermano agarrándome para que no diera con mis huesos en tierra; que la imaginación desvele el destino del contenido del bote ...). Y la maldita fiebre que hasta hoy no ha querido bajar.

He llegado a desesperar, malhumorarme y perder la paciencia que, una vez leí, es la virtud que antes se acaba cuanto más se la necesita.

Recurro a Cioran, que últimamente me inspira con su ácido sentido del humor, para referirme a las últimas noches que he pasado aquí, entre fiebres, sudores y dolores de cabeza:

"Tácito le hace decir a Otón, decidido a darse muerte pero persuadido por sus soldados para que retrase su acción: Está bien, añadamos una noche más a nuestra vida.

... Espero, por su bien, que aquella noche no se pareciera a la que yo acabo de pasar."




lunes, 23 de mayo de 2011

De cosas que emocionan

No voy a hablar de efectos secundarios de las quimioterapias, ni del porcentaje que hay de que al final de los ciclos de quimioterapia la leucemia no esté erradicada, ni de la duración de los tratamientos, ni de punciones para extraer médula ósea. No, sólo me apetece hablar de cosas que emocionan.

El domingo fui a ver a mi sobrino que jugaba un partido de fútbol de la copa de la Comunidad de Madrid para niños de 6/7 años. Para mi gran regocijo metió un gol. Pero lo que realmente me emocionó, hasta la mismísima maldita médula enferma que casi me destruye, fue verle correr como alma que lleva el diablo hasta la grada donde yo estaba sentado y dedicarme el gol frotándose la cabeza como si fuera mi calva.

Me recorrió un gran escalofrío y sentí como una descarga eléctrica por todo mi cuerpo. Estas cosas que emocionan son por las que merece la pena vivir y luchar.





Fotografía: otra cosa que emociona, ver la puesta de sol desde la terraza de mi casa.

miércoles, 18 de mayo de 2011

Finalista concurso Alliance Francaise / Fundación Pilar Citoler "Tolerancia"

No puedo quejarme, no puedo: en lo fotográfico llevo una racha increíble. La semana pasada me presenté a última hora a este concurso cuyo prestigioso jurado fue sin duda su mayor reclamo. El elenco, desde luego, me sorprendió y visto que estaban Pilar Citoler (una de las coleccionistas de arte más importantes de España y que fomenta además la fotografía), Juana de Aizpuru (una de las galeristas más importantes de España), y los más que prestigiosos fotógrafos que componían el jurado, ¿cómo iba a dejar la oportunidad de presentarme? Y más con la energía positiva con la que salí del hospital después del peor mes de mi vida.

Pues dicho y hecho. Me presenté.

Esta era la nómina de componentes del jurado:

Presidencia de honor:
Pilar Citoler - coleccionista de arte
Juan Luna - Presidente Alliance Française de Madrid, conservador Museo del Prado

Consejo técnico:
Annie Delaye - Secretaria General del Festival Les Etés de la Danse en París Elisabeth Ranedo – Delegada General Alianza Francesa en España
Jean-Luc Blouet - Agregado Cultural Embajada de Francia en España

Vocales:
Juana de Aizpuru – galerista
Pierre Gonnord - fotógrafo
Ciuco Gutiérrez - fotógrafo y director del máster de fotografía de EFTI
Rosa Muñoz - fotógrafa
Jesús Micó – fotógrafo, profesor de fotografía y comisario de exposiciones
Paco Carpio – Crítico de arte, comisario de exposiciones


Bueno, no. No gané ninguno de los tres primeros premios. Pero .... quedé finalista, y soy uno de los 20 seleccionados para la exposición "Tolerancia" que organizará Alliance Francaise y que estará incluida en el circuito de Photoespaña 2011. Y además editarán un catálogo con las 20 fotografías seleccionadas. Estoy que todavía no me lo creo.

¿ Serán estas cosas que me están pasando en lo fotográfico parte de una compensación que la vida me ofrece a cambio de haberme castigado con mi leucemia? ¡Vaya usted a saber! Pero puedo asegurar que lo estoy disfrutando como nunca.

De los premiados y seleccionados del concurso, y que yo conozca, a destacar que el segundo premio (Verónica Fieiras) y tres de los finalistas (Verónica Márquez, María Zarazúa y yo) somos máster de EFTI. Supongo que la escuela EFTI debe estar muy orgullosa de sus ex-alumnos del máster.


Y esta es la fotografía con la que me presenté al concurso, que titulé "La Tranquera" (embalse de Zaragoza que nutre al Monasterio de Piedra). Ya tengo encargada la copia para la exposición, que mañana iré a recoger y entregaré en Alliance Francaise porque es el último día, se me ha echado el tiempo encima y a mi me ha sorprendido este asunto en el hospital. Sí, ya estoy en casa una vez terminado mi segundo ciclo de quimio. A esperar el siguiente.


lunes, 16 de mayo de 2011

Estamos en paz

La muerte blanca se aleja de mí.
La muerte blanca se aleja a dormir.
Se aparta, huye, se va lejos de aquí.

Me susurró al oído una noche,
lasciva y obscena, su funesta canción:
al alba te espero, mi amado,
al alba te aguardo, desnuda,
te besaré los labios
y danzaré para ti.
Pero no quise escucharla
y allí despechada quedó.


Desventura resuelta y vuelta al mar.
Respiro vida anclado en lo diario.
Estamos en paz,
y no viene a cuenta enumerar
propios dolores, penas y agravios.

La muerte blanca se aleja.
La muerte blanca volvió al mar.
Saltando entre las olas,
¡quién sabe a dónde irá!


Fotografía: por fin pude ver la primavera. Y fotografiarla.

domingo, 15 de mayo de 2011

De vuelta al hospital

Hoy domingo, sí, domingo y San Isidro, he vuelto a ingresar en el hospital para recibir el siguiente ciclo de quimioterapia. Eran las 10 de la mañana. Me habían guardado, por intervención de las enfermeras, una habitación en la que a partir de las 11 ya no da el sol en todo el día ... me han recibido como si volviera a mi propia casa. ¡Esta gente es increíble!

Casi ni había entrado en la habitación y ya estaba la enfermera aguja en mano sedienta de mis venas: es tal el pánico que tengo a las vías, escarmentado ya con tantas flebitis en el brazo izquierdo, que me ha empezado a temblar el brazo "sano" como si fuera un niño. Y en la vida me ha dolido tanto un pinchazo ...

Me esperaba mi primera dosis. Una menos. Por delante, tres más. El miércoles, la última. El doctor (me parece increíble la dedicación de estos profesionales, domingo, fiesta de San Isidro, y no dejan de acudir al hospital a controlar y pautar el tratamiento de sus pacientes) que me saluda con una enorme sonrisa me anima: esta vez la dosis es menor y te irás a casa cuando terminemos, eso sí, en casa estarás muy flojo una temporadita y te tendrás que cuidar. Y si tienes fiebre, a urgencias ... ¿El fin de semana en casa?




Fotografía: indescriptible la sensación de volver a oler a tierra mojada, mientras pequeñas gotas de lluvia resabalan por mi rostro, y el aroma de los pinos flotando por cada rincón del bosque ... ¡Indescriptible!




jueves, 12 de mayo de 2011

Ímpetu y ritmo

Hoy, de vuelta al Hospital para hacerme un chequeo. Las analíticas han salido bien. La "puñalada en el pecho" para extraerme médula ósea, muy desagradable, pero los resultados me los darán el lunes. Los doctores tienen que ver mis revoltosos mielocitos en el microscopio. Todo apunta, gracias a Dios, a que la leucemia remite.

Me han adelantado el ingreso para el siguiente ciclo de quimioterapia intravenosa el próximo domingo por la mañana tempranito. Y me espera ya el mismo domingo por la mañana la primera dosis. Allí en hematología/oncología no hay ni lunes ni domingos, ni para esos fabulosos profesionales que salvan vidas. Así que me toca "resintonizarme" para el domingo y aprovechar a tope estos dos días: uno sabe cuando entra en el hospital, pero no cuando sale.

Con el brazo encorvado, tapado como los vampiros para protegerme del sol y con esta opresión en el pecho que me ha quedado después de la perrería que me han hecho hoy, a disfrutar lo que me queda y terminar de cargarme las pilas.

Y lo que me queda, sin la menor de las dudas y la mayor de las predisposiciones lo afronto con ÍMPETU Y RITMO.


"Cuando el agua torrencial mueve las piedras es por su "ímpetu". Cuando el golpe rápido del halcón rompe el cuerpo de su presa es por su "ritmo". De ahí que el experto en guerras plantea el ímpetu rápido y el ritmo corto. El ímpetu es como tensar al máximo el arco y el ritmo como disparar la flecha de repente."

El arte de la guerra, Sun Zi






Fotografía: el bosque de piedra de Kunming (China)

lunes, 9 de mayo de 2011

Fundación Josep Carreras

¡Cómo disfruto cada segundo que respiro en ésta, mi segunda vida!

Hoy me he dado, por fin, la enorme satisfacción de poder donar a la Fundación Josep Carreras el último premio fotográfico que recibí en el concurso "El lobo y el Madroño" estando ya enfermo de leucemia y hospitalizado. Además me he hecho socio y he contactado con la Fundación contándoles algún proyecto que tengo a futuro, cuando me recupere, para organizar ..... no, es sólo un proyecto que ahora me ilusiona y no quiero adelantar, encaminado a recaudar fondos para esta Fundación, seria y comprometida como pocas. Para mi sorpresa me han contestado inmediatamente, con una amabilidad y cariño que se desbordaba en cada palabra, agradeciéndome el correo, mi ofrecimiento y prometiéndome que me apoyarán en mi proyecto. ¡Estoy contentísimo y muy feliz, ilusionadísimo en tener un humilde proyecto para poder aportar un pequeñito grano de arena para todos esos niños que no teniendo medios, luchan contra la leucemia!¡Pensarlo, me servirá para sobrellevar los amargos y dolorosos ratos que aún me quedan por pasar!


¡Cómo vivo cada segundo nuevo que respiro en ésta, mi segunda vida!

¡Hasta disfruto el feroz dolor que una insaciable flebitis, cebada con mis venas, me tiene el brazo izquierdo quebrado como una rama podrida¡¡Me hace sentir vivo!


Fotografía: la última que tomé del embalse de Santillana en marzo, un mes antes de la leucemia. Estaba lleno hasta los imbornales, y ahora con todo lo que ha llovido ... debe ser un espectáculo en el que se mire la primavera.


sábado, 7 de mayo de 2011

Gracias

No he tenido ocasión, aunque no haya pasado día en el que no lo haya agradecido en mi interior, de dar las gracias a la ingente muestra de apoyo y ánimo que he recibido en este nefasto último mes de mi vida.

Me he visto sorprendido con la cantidad de personas que, de corazón, se han preocupado por mi con sus llamadas, mensajes, "intento de visitas", regalos, cariño, ... aunque no haya podido atender a nadie, por razones obvias.

Sorprendido. Agradado. Colmado. Feliz.

Por eso quiero agradecer a todos y cada uno vuestra energía que me ha llegado en los momentos más difíciles de mi vida. Familia, amigos, compañeros: GRACIAS.



Y sí, gracias también, y especialmente, a la cultura oriental que tanto respeto y a la que siempre he seguido y de la que he intentado aprender muchas cosas. La medicina que me está curando la leucemia proviene de la medicina tradicional china; ellos curaban mi tipo de leucemia con concentrados de plantas que contenían una gran cantidad de ácido trans retinoico. Esto fue investigado por hematólogos franceses no hace más de 10 años y vieron la tremenda eficacia que tenía esta "quimioterapia oral tradicional china" en el tratamiento de ciertos tipos de cáncer y leucemia. El tratamiento se implantó en el año 2005 a nivel mundial con resultados más que sorprendentes, a pesar de que sus efectos secundarios pueden ser mortales. Yo, doy buena fe de ello. A pesar de que lleva 6 años probado, aún hoy en día se considera un tratamiento experimental. Y así debe el paciente aceptarlo y consentir por escrito.


Si alguien quiere conocer China, por favor, que evite las grandes urbes "globalizadas" y presas del destructor e imparable virus del neocapitalismo que fagocita culturas milenarias como la china y las aniquila, no dejando nada más que lo peor de cada una. Váyanse a conocer las hermosísimas zonas rurales, sus montañas, sus templos; conozcan las minorías étnicas que aún conservan, a duras penas, eso sí, su propia identidad. Visiten sus pueblos, sus mercados de frutas y hortalizas, sus plantaciones de té, de maíz. Véanlos reír, saludar y recibirte en sus casas. Y nunca, nunca, visitar los lugares atestados de los "tour" de turismo interior chino (sí, el turismo interior chino es uno de los negocios en alza allí). Uno se lleva un gran chasco.




Fotografía: pueblo Shigu, en la primera curva del río Yangtzé, lugar estratégico de paso de los ejércitos imperiales hacia el Tíbet. Allí, en la tierra de las eternas nieves, los esperaban, nunca dispuestos a rendirse, los irreductibles habitantes de las tierras más altas del planeta. Aquí, los campesinos, pacíficos y alejados de la corte Han, ayudaban el ejército a cruzar el Yangtzé, ¿qué otra cosa podían hacer?


jueves, 5 de mayo de 2011

El final de treinta días

Esta noche duermo en mi cama y volveré a sentir, sobre mi piel, la luz de la luna detrás de mi ventana ......


miércoles, 4 de mayo de 2011

Anoche tuve un sueño

Anoche tuve un sueño.

Soñé y soñaba,
escondido en mi crisálida
que volvía a visitarme
en el abismo de mi cama.

Enredada entre mis sábanas
vi, de nuevo, su rostro
helado y bello,
como el de aquella mañana.

Permaneció allí largo rato
sin apenas moverse,
emboscándose en la noche,
acechando la madrugada.

Anoche tuve miedo,
no quise hablarla:
Vete. Calla. No me mires.
Abandóname en ésta, mi plegaria.
Ya he borrado, en mi recuerdo,
el cuchillo de hielo
que me clavó tu mirada.

Anoche tuve un sueño.
Soñé y soñaba.

Anoche tuve un sueño
del que despertaba.



martes, 3 de mayo de 2011

Globúnculo Nonato y la rana Paca

Me fascinó el último artículo de Javier Cercas en "El país semanal" sobre Cioran. Este pensador rumano del siglo pasado fue algo así como un "neo-cínico", pero con el suculento aderezo de que sublimó la amargura con la ironía.

Relata Javier Cercas una anécdota apócrifa de la I Guerra Mundial. Un puesto alemán envía un telegrama a sus aliados austriacos: "Aquí la situación es seria, pero no catastrófica". Los austriacos responden: "Aquí la situación es catastrófica, pero no seria".

Extraigo un par de las frases que el autor del artículo desgrana de Cioran:

"Es típico de mi vida anímica normal que me entre la risa ante las cosas ininteligibles".

"Mi misión consiste en matar el tiempo y la de éste es matarme a mi. Entre asesinos nos llevamos de perlas".

Termina el artículo hablando de Ramón Lobo, reportero de guerra en Afganistán, que cuenta cómo las tropas se toman con muchísimo sentido del humor cada una de sus patrullas: "Muy bien, ¿hoy quién la palma?", se puede escuchar como saludo entre militares. Dice Ramón Lobo que allí "el humor se transforma en un segundo chaleco antibalas".


Releo el artículo, sonrío, y me recorre un agradabilísimo escalofrío por todo mi cuerpo. ¡Cuanto me siento identificado con todo esto!. Aquí, rodeado de amargura, he sido capaz de sobrevivir con ironía y mucho, muchísimo sentido del humor. No hay chalecos antibala entre estas cuatro paredes, no, pero sí unas enormes y todopoderosas ganas de reir. Y de reirme de mi. Y reirme del mundo que, desafortunadamente, está muy enfermo.




Fotografía: (foto del foto de móvil, no daba para más)el feliz encuentro entre Globúnculo Nonato y su nueva amiga la rana Paca.


Aquí la situación no es catastrófica, ni seria. Solamente lo fue.



lunes, 2 de mayo de 2011

Globúnculo Nonato y su eccema

De esta guisa, asido a su chupa-chups e infectado, se encontró la intrépida paparazzi Anuski al bebé no-muerto conocido con el nombre de Globúnculo Nonato.

"Amaneció así", declaró una de las enfermeras, "nadie sabe qué le ha podido pasar", refiriéndose a la erupción cutánea que sufre en su cabeza.

"Más que eccema, parece ósculo", ha dicho el médico al examinar la afección de piel.

Fuentes policiales sospechan que durante la noche, consabida nocturnidad y alevosía, fue asaltado por enfermeras y auxiliares de la clínica.

Napoleón, muy afectado por lo que se intuye un acto vandálico, declaró: "Once siete. Yo no he sido. Ni tampoco Josefina".

A pesar de su aspecto, Globúnculo Nonato progresa adecuadamente y se espera que en unos días le dejen sentir el sol. Y el aire. Y ver el cielo azul.


NOTICIA DE ÚLTIMA HORA: El bebé ha hablado: "¿Quién carajo me ha pintado la calva de carmín?"


domingo, 1 de mayo de 2011

Globúnculo Nonato

Se confirma la noticia. En la prestigiosa Clínica "Aquí no se viene a morir", faltaría más, ha sido no-muerto un hermoso bebé. La madre, que puso todo su empeñó durante varios días, intentó en reiteradas ocasiones que dejara de respirar, llegando incluso, en un descuido de la comadrona, a encharcarle a traición, y sin previo aviso, los pulmones. El bebé logró, con éxito, zafarse del acoso, no sin grandes esfuerzos, en épica batalla a vida o muerte. Finalmente, la Madre Segadora, agotada, claudicó renunciando a su custodia.

Según testigos presenciales la comadrona, enojadísima por la pertinaz insistencia en el acoso, despidió a la madre que no lo parió increpándola, eso sí, de lejos: "¡Ansias!".

En la siguiente imagen puede verse a la madre, la que no pudo parirlo, huyendo. Pero, ¡qué manía con afilarla tanto!






















La segadora de Bouguereau (gracias por el bello apunte, José Enrique).



El padre de la criatura, de nombre Ácido Todo-Trans-Retinoico, alias "ATRA", alias "El Tretinoino", está muy contento con la no-muerte de su nuevo y hermosote rorro. "Cuando lo ví", comentó el dichoso padre, "me dio un síndrome". ¡Será h... de p....!

El bebé, de nombre Globúnculo Nonato, pesó eso mismo y parte del otro, llegango a alcanzar, en muy pocos días, la nada despreciable altura de tropecientos y tantos. Su salud mejora a pasos agigantados y en últimísima declaración, de la que ha hecho eco toda la prensa del pulmón, solo ha podido decir, entre balbuceos, "Pavernosmatao".


Fotografía: el infeliz e indefenso bebé abandonado a su suerte por la impía y pérfida dama-madre que ase, entre sus manos, instrumento para segar, que se maneja con ambas manos, formado por una hoja larga y curvilínea, puntiaguda por un lado y sujeta por el otro, más ancho, a un mango largo que forma ángulo con el plano de la hoja y lleva dos manijas, una en el extremo y otra en el segundo tercio del mango.

De nombre, él, el bebé, se entiende, Globúnculo Nonato.