Todas las fotografías y textos son propiedad del autor. Todos los derechos reservados. Copyright © 2010 José Luis Esteban




VISITA MI WEB: www.jlesteban.es




miércoles, 27 de octubre de 2010

El perro filósofo, un OVNI y un árbol

Me dijo el perro filósofo que quizá debería buscar un lugar donde pudiera aterrizar un OVNI.

También me dijo que los egos alborotados deberían tener la boca cerrada, y que todos tenemos pensamientos necios, pero el sabio se los calla (callar y callemos, que los dos por qué callar tenemos).

Cuando encontré un lugar adecuado para que aterrizara un OVNI, puse señales y esperé. Hacía viento y frío, pero esperé. Y por fin aterrizó un OVNI y bajó de la nave un extraterrestre vestido de Abraham Lilcoln, que dijo tener un recado para mi de parte del perro filósofo: "Vale más estar callado y que sospechen tu necedad que hablar para sacarlos de la duda".

Así que no hablé y me quedé callado, pero no sé cuánto tiempo, porque hacía viento y frío.

Estuve esperando al perro filósofo, pero no vino. Bajé al río, aunque ya estaba oscuro. Allí me encontré con un pato, oscuro y feo, como el río. Le pregunté por el perro filósofo, pero sólo supo decirme que por el mismo caso que debía callar, reventaba por hablar.

Como no le entendí, y además de viento y frío, estaba oscuro y feo, me fui. Pero al pasar al lado de un árbol, como hacía viento y frío, aunque estaba oscuro y feo, en su tronco yo escribí:

"Un placer como el de una conversación perfecta es necesariamente extraño, ya que quienes son sabios rara vez hablan y quienes hablan rara vez son sabios".

Y como seguía sin venir el perro me marché con viento frío, oscuro y feo.



domingo, 17 de octubre de 2010

Fotografiar por el placer de fotografiar

Este fin de semana estuve de nuevo en Mérida a "recoger" mi exposición. Y volví a preguntarme que no sé ni por qué ni para qué ...

Pero valió mucho la pena el viaje: volví a disfrutar el placer de hacer fotos porque sí, porque a uno le apetece. Y volví a recrearme en esa maravillosa sensación de buscar un ángulo distinto, un plano distinto, y, como no, volver a emocionarme con las luces y las sombras. El discurso y el concepto quedan lejos. Lo malo es que sin el "concepto", uno se queda en eso, fotografiar por el placer de fotografiar.

Pero, ¿para qué o para quién fotografía uno? Yo, cada vez, fotografío más para mi.





No es lo que fue, sino lo que es.





Fotografía: acueducto de los Milagros, Mérida

lunes, 11 de octubre de 2010

¿Qué es el arte?

Dice un amigo que para él el arte consiste en hacer bonito lo feo. Seguramente que en una escuela de arte le suspenderían, lo que no sé es si en el fondo tiene su definición más sentido que todas las que he escuchado en los últimos años. Tonterías incluidas.

Yo, cuando me encuentro con situaciones como esta, como la de tener que definir qué es arte, suelo recurrir a la RAE. Luego analizo y reflexiono.

Lo primero que me encuentro en la RAE es que define arte como la "virtud, disposición y habilidad para hacer algo". Así de entrada se me antoja que todo humano, por descartar otros tipos de animales, por el mero hecho de respirar, andar, comer, dormir, etc... ya son artistas. Pero no es lo mismo, por ejemplo, ver andar a Naomi Campbell o a Don Pimpón. No, oiga usted, no es lo mismo. Esta definición, muy cuestionable a mi corto entender por ambigua e imprecisa, no nos vale. Y me perdonen los señores académicos.

Vamos con la segunda definición, arte es "una manifestación de la actividad humana mediante la cual se expresa una visión personal y desinteresada que interpreta lo real o imaginado con recursos plásticos, lingüísticos o sonoros". A ver si lo entiendo, mi sobrino cuando pinta garabatos en un papel o un taxista vociferando y tocando el claxon en un atasco están expresando su visión personal y ¿desinteresada? de un atardecer bucólico y la ira incontenida, respectivamente, mediante recursos plásticos el primero, y lingüísticos y sonoros el segundo. O sea que son artistas. Pues tampoco me va a encajar esto.

Pues ya no sigo con la RAE. Al final tendré que recurrir a mi propia definición, tal como le respondí a un profesor del máster de EFTI y que no le sentó nada bien: "Arte es lo que hace un artista, y un artista es el que hace arte". Ya, me dijo, pero eso es como no decir nada. Claro, volví a contestarle, pero es que no hay otra definición mejor.


Fotografía: una zona industrial cualquiera que permanecerá en el anonimato ya que me costó, a mi y a mi acompañante, que nos pidiera el DNI un "segurata", muy educadamente, por cierto. Y es que hoy en día ya no te dejan ni hacer fotografías, como para encima pretender que sean arte.


jueves, 7 de octubre de 2010

Homenaje al gran hombre sin nombre

Había una vez un gran hombre, pero ahora no me acuerdo de su nombre. Era grande y buen hombre. No sé si era más grande que bueno, por eso, no importa su nombre.

Que buenos consejos que daba. Yo le hacía siempre caso. Que bueno y que grande. Que grandes consejos, sin precio, sin nombre.

Y sus consejos me ayudaban. A ser grande, a ser hombre. Que buenos consejos te daba.

Sus palabras tranquilizaban, ¿por qué era grande?¿por qué era bueno?¿o por qué no tenía nombre? ¡Qué buenos consejos!¡Qué hombre tan grande!

Como nunca le di las gracias, nunca supe su nombre. Y ahora que se las doy, ya recuerdo de su nombre.



Fotografía: un día cualquiera, una playa cualquiera, unos novios cualquiera, un atardecer cualquiera. Y el gran hombre sin nombre.


lunes, 4 de octubre de 2010

Más de "Ella y yo" en Mérida

Me sorprendió el viernes comprobar que el Ayuntamiento de Mérida emitiera una nota de prensa con mi exposición, que pude ver, entre otros sitios en Europa Press, también en 20 minutos y en la página web del Ayuntamiento de Mérida. Bueno, hace ilusión.

El sábado, paliza de coche por medio, me fui a ver la exposición a Mérida. Me sentí más que orgulloso de ver que a escasos metros donde estaban expuestas mis fotografías, se podían ver las ruinas romanas sobre las que está construido el Centro Cultural "La Alcazaba". ¿Me podía haber imaginado yo alguna vez que fotografías mías compartirían espacio con unas ruinas romanas?


Fotografía: el autor, o sea yo, en el Centro Cultural "La Alcazaba".