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viernes, 10 de abril de 2009

Aotearoa: las lágrimas de Hinehukatere

Cuenta una leyenda Maorí que Hinehukatere amaba la Naturaleza y le encantaba escalar a los picos de las montañas y allí se pasaba las horas, los días. Un día decidió convencer a su amada Tawe, para que escalara con él al pico más alto y contemplara la hermosura de las montañas cubiertas de nieve. Ella no sabía escalar, pero decidió acompañarlo sólo por saber que era aquello que llenaba de brillo los ojos de su amado. Aquel día, cuando estaban muy cerca de alcanzar la cima, las montañas nevadas sintieron celos de la hermosura de Tawe, y se agitaron provocando una funesta avalancha que sepultó a Tawe, arrastrándola pendiente abajo, separando para siempre a los dos amantes.

Hinehukatere, con el corazón roto y el alma desgarrada, empezó a llorar desconsoladamente. Sus lágrimas no paraban de brotar y se convirtieron pronto en un torrente que empezó a fluir montaña abajo, congelándose y convirtiéndose en un hermoso glaciar.























Ka Roimata o Hinehukatere, es el nombre Maorí del glaciar (“las lágrimas de Hinehukatere”) que los descubridores occidentales bautizaron como Frank Josef en honor del emperador de Austria.

Fotografía: Glaciar Franz Josef, Nueva Zelanda, Isla Sur

8 comentarios:

danzig666 dijo...

La euforia del ladrillo ha vuelto.

J HDC dijo...

Gracias por comentar siempre mi blog, pero con eso del "ladrillo" me quitas las ganas de seguir cociéndolos ...

Claudia Riveros dijo...

Hermosa foto,espero no te ofendas si te pregunto si esta trabajada? es que los colores son perfectos! y la historia conmovedora! que puedo decir,soy mujer. Por cierto no entendi lo del ladrillo?

J HDC dijo...

Hola Claudia, la foto está trabajada con Photoshop, pero los colores te aseguro que son los que allí vi.

Lo de los "ladrillos" es la delicada forma que tiene mi amigo de referirse a los textos que escribo. Con lo fácil que tendría el no leerlos si no le gustan ¿no?

Claudia Riveros dijo...

los colores son preciosos,como se van perdiendo a medida que se aleja! y a mi si me gustan mucho tus historias!,la de los candados es maravillosa. Que el chico ¨LADRILLO¨no los lea y ya

Juan dijo...

Por más que sea muy guapo, el chico de los ladrillos es tonto, pero hay que aguantarlo, es lo que ocurre con los amigos...
Por tu parte, José Luis, tu sigue currándote las fotos, con o sin photoshop, todo tiene su arte y a mi me encantan, si vieras mis fotos... jejeje

J HDC dijo...

Claudia y Juan, alegráis mi blog cada vez que entráis, ¡qué guapas sois las dos!

Lo que pasa Juan, que tu nombre despista ;) El chico ladrillo y guapetón debe perseguirte por los pasillos.

Fernando dijo...

Excelente, ahora entiendo eso de los ladrillos.
Para mi, la suma de los mismos, termina por construir estructuras sólidas y con la mejor base.
Un abrazo