Levantarse a las 5:15 de la mañana para coger un avión y luego conducir 3 horas en coche, seguido de una jornada maratoniana de trabajo, a veces, y sólo a veces, no es tan malo.
Fotografía: algún lugar de La Nautique en Narbona, después de atravesar viñedos y perderse por carreteras estrechas.
lunes, 28 de febrero de 2011
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4 comentarios:
Esos cielos puede que estén ahí para todos pero pocos pueden sacarle la belleza que esconden
A seguir madrugando… :)
Un besito
m
Mereció la pena el madrugón porque es preciosa la foto
Un cielo Turner magnífico, tiene tu firma. Fotón amigo. Un abrazo.
Una maravilla más de las tuyas.
Plasmas la luz como nadie.
Un abrazo.
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