"¿Por qué se empeña el otoño en tener primavera?", le dijo el gorrión al ruiseñor.
"Porque vio una rubia flor asomando en la vereda", contestó aquél sin ningún rubor.
"Sí, pero no sabe que esa flor es pasajera", insistía pensativo el pequeño cantor.
"Acaso cada día no sale el Sol, y aún así lo esperas", y un suspiro lo embargó.
"¿Dónde se fueron las náyades? ", preguntó el pez a la rana.
"La primavera las echó", respondió ésta con desgana.
"¿Y se llevaron el color?", continuó, sacudiendo sus escamas.
"Sí, pero dejaron su aroma", y el negro batracio la blanca charca saltó.
Fotografía: Tubilla del Agua (Burgos)
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3 comentarios:
:-)
Menudo expectaculo de luces y sombras, me encanta y por suopuesto me transmite algo más que buenos recuerdos.
Un abrazo.
Ya te lo dije pero te lo repito, para mi es una verdadera Stendhal. Felicitaciones José Luis.
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