Después del "ladrillazo" del máster decidí perderme por las montañas unos días. Así que mochila en mano me fui a una de las zonas más bonitas de España sin duda alguna: el valle de Arán.
Y allí, a parte de desconectar e intentar asimilar el último año de mi vida (tarea harto complicada), y tras recibir una "interesante" y "atractiva" llamada telefónica con una muy buena propuesta, a la que sin mucho pensarlo dije que NO (ya veremos si me arrepiento más adelante), literalmente me perdí. Pero ya hablaré otro día de cómo me perdí .....
Ahora, de vuelta a la realidad, a buscar el mapa y a rezar porque la brújula no falle. De entrada tengo que elaborar un plan de acción, porque además tengo la suerte de que pasado mañana alguien muy importante me va a ayudar con ese plan de acción.
Quizá muy pronto descubra la respuesta a la tópica pregunta, ¿y después de EFTI qué?
De momento, calma y a trabajar.
Fotografía: Artíes, Valle de Arán
lunes, 16 de agosto de 2010
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3 comentarios:
jeje bueno mas que perdederse es dar un pequeño rodeo.. nadie dijo que fuera facil pero llegar.. se llega a destino aunque se tarde mas... asi que despacito y si.., hay que perderse de nuevo.. se pierde uno :)
Preciosos pueblos los de alli si te alejas de los que se dedican a la venta de whisky
Bella imagen, un pueblito "divino" sin duda jiji
un besito
m
Impresionante José Luis, una Stendhal. Un lugar maravilloso para perderse efectivamente. Un abrazo y que todo salga como lo planeaste.
Una preciosidad de foto, la profundidad que dan las montañas con la niebla es extraordinaria.
Un abrazo.
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