Lloraba tanto que no pudo terminar. Su madrina, que era un hada, le dijo:
-¿Te gustaría ir al baile, no es cierto?
-¡Ay, sí!, -dijo Cenicienta suspirando.
-¡Bueno!, ¿te portarás bien?, -dijo su madrina-, yo te haré ir.
La llevó a su cuarto y le dijo:
-Ve al jardín y tráeme una calabaza.
Cenicienta fue en el acto a coger la mejor que encontró y la llevó a su madrina, sin poder adivinar cómo esa calabaza podría hacerla ir al baile. Su madrina la vació y dejándole solamente la cáscara, la tocó con su varita mágica e instantáneamente la calabaza se convirtió en un bello carruaje todo dorado.
Y el cuento seguirá ........
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4 comentarios:
Jo, me has dejado a medias con el cuento. La iluminación y puesta en escena perfecta. A la espera del próximo capítulo te digo que me encanta. Abrazos.
Está fabulosa, una foto estupenda José Luis, imagino que la modelo estará igual de encantada con el resultado como tu. Perfecta
felicidades!
Que pena que se vea tan pequeña porque tiene una pinta estupenda, muy bien la iluminación realzando los volumenes. Menuda modelo tan guapa.
Saludos.
Una pregunta sencilla: ¿Por qué la sombra de la calabaza va en dirección contraria al resto (al menos aparentemente)? Es que ese efecto me desconcierta un poco.
JLS
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