déjame ser.
No ser tiempo, ni ser, ni su memoria.
Una onda de luz, mecida por brisas,
remolino de polvo, camino.
Déjame que pare y no sea,
burbujas de algodón, brillo,
lazos de seda,
invierno frío.
Dos gotas de rocío, niebla,
páramos perdidos entre almas,
turbación de los sentidos,
vahído.
Déjame caer en mi destino
como caen los dioses al suelo,
de rodillas,
cuando están perdidos.
Alma entre las teclas de un piano, sonido,
silencio en la montaña,
larga nube blanca,
arena y río.
No soy nada, he sido.
Tiempo. Ser.
Memoria fui de su memoria, vacío.
Déjame ser y no ser nada.
Viento helado, un suspiro,
un abrazo no nacido,
un adiós sin sino.
El vuelo de un sueño,
horizonte perdido, blanco, azul.
Amanecer gris,
estómago desnudo.
Desfile de espuma,
bosque sin hadas.
Noche, silencio y frío.
No quiero ser nada.
Nada fui. Nada he sido.
2 comentarios:
no solo descubres bellas fotografías donde yo no soy capaz de ver
si no que las acompañas de bellas palabras que pocos pueden plasmar..
La foto perfecta, tranquila, suave, delicada, esta si que la quiero para mi
m
Una maravulla de minimalismo, el degradado frío acompaña muy bien a la nieve.
Un abrazo.
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