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viernes, 5 de marzo de 2010

Recuerdos desde la ventana de Micaela

Casi a punto de cumplirse un año (ya va haciendo tiempo) que estaba apoyado en la ventana del salón de Miacela, viendo nevar, absorto con cada copo de nieve que bajaba bailando la danza de la muerte.

Áquel era el lúgubre y solitario salón de Micaela. El baúl de mis recuerdos de infancia se abrió, y pude recordar el sonido de las palomas andando entre las tejas, el humo de las chimeneas por encima de los tejados nevados de invierno, el crujido del radiador que a duras penas llenaba de una tibia atmósfera la oscuridad de la casa de mi abuela, el aroma a aquellas sopas de ajo que despertaba mi estómago, mi infancia, mi despertar a la juventud, a la vida.

Y ahora, ya a punto de cumplirse un año, la abuela de cabellos grises y piel de melocotón ya no está allí, en el rincón de su salón, cubierta de la penumbra de los años y vestida de lana, para que sus brazos ya temblorosos no padecieran más el rigor del invierno.

Aquel día, de aquella semana santa, sólo hice tres fotos en su casa. Pero cada una de las tres fotos son como una puerta a mis recuerdos, a su recuerdo, un brutal empujón hacia la consciencia del paso del tiempo. Las canas que se han ido tejiendo en mi barba son, cada día que pasa, un puente que se va tendiendo hacia mis abuelos. Un puente a la memoria, un homenaje.

Sólo fueron tres fotos, tres. Pero cada una es la puerta a mis recuerdos, cada una es la llave que me abre el paso hacia la eternidad del recuerdo de la abuela gris, de cabellos nevados.

La vida me ha regalado un baúl lleno de piedras que ahora tengo que acarrear ladera arriba, desnudo y solo. Y cuando miro esta foto, entonces, se me aligera el peso y recuerdo, con los ojos humedecidos, aquellos tiempos de mi infancia en el calor del salón de Micaela, protegido por su gris chal de lana, oliendo sus cenas.

Que dura es la vida aquí afuera, abuela, que cruel. Que dulce y feliz era allí, sentado junto a ti, en tu rincón, viendo nevar fuera.

6 comentarios:

getafehoy dijo...

Nos encantan tus fotografías

J. Lopez dijo...

Las piedras son pesadas pero recuerda que muchas de ellas, cuando se pulen, se convierten en alhajas.
JLS

Eluge dijo...

No se me olvida esa imagen de Micaela junto a su ventana quedando magistralmente inmortalizada.
Esta imagen que nos muestras es expectacular en su composición y nos muestra un ambiente frío.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

"Vive en el pasado y perderás un ojo. Olvida el pasado y perderás los dos" (Proberbio ruso).

No me hables de piedras.....
J

Rafa dijo...

Dios mío cómo pasa el tiempo, ya hace un año de la marcha de tu querida abuela Micaela. Su extraordinaria imágen que nos mostraste, nos hizo conocerla como si hubiéramos recorrido toda su existencia con ella. Esa es la magia de tu arte amigo. Esta Stendall que nos muestras es un justo homenaje a su aniversario. Un abrazo y gracias.

BRUJILDA dijo...

Siempre conmueven tus fotografías, que espero no dejen a nadie impasible, pero.... ya te lo dije en su día conmueven mucho más tus palabras, tan.....haces que sin conocer a esa maravillosa mujer que debió ser tu abuela, mis ojos se llenen de lágrimas al leer las palabras que le dedicas y esos maravillosos recuerdos que vienen a tu mente a la vez que tal vez un poco? doloroso. Me alegro por ti si esa llamada represente tanto, pero sé que al mismo tiempo "nosotros" te perdemos un poco.
Besos
P.D.: Perdón por la extensión (no sé si lo debes publicar)