Cuando el apuesto príncipe vio al hada madrina, ni siquiera se percató que Cenicienta estuviera en la misma estancia que él. Se olvidó del zapato, se olvidó de la belleza, se olvidó de las virtudes, se olvidó de todo. Sólo tenía ojos para el hada madrina ....
Y el hada madrina hechizó al príncipe, fue agasajada con las mejores joyas y los mejores carruajes, recibió un palacio para ella sola, y cuando se cansó del principito montó un enorme y lujoso lupanar donde acudían todos los nobles de la comarca.
Como era un hada buena, dio trabajo a Cenicienta .... pero nadie volvió a verla, ni se supo más de ella.
Y colorín colorado, esta parodia se ha acabado.
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4 comentarios:
Jose Luis, con esta princesa de cuento de hadas todos los cuentos están obligados a tener final feliz, sea con varita mágica de hada o con la del fogoso principe azul.
Me encanta todo el conjunto de la foto. Todo en su punto, todo medido, destila sensualidad por todos lados.
Abrazos amigo.
Jose Luis, con esta princesa de cuento de hadas todos los cuentos están obligados a tener final feliz, sea con varita mágica de hada o con la del fogoso principe azul.
Me encanta todo el conjunto de la foto. Todo en su punto, todo medido, destila sensualidad por todos lados.
Abrazos amigo.
Pues si se ha acabado nos has dejado con la miel en los labios, ahora que se ponía la cosa a tono.
Me encanta como la luz dibuja el contorno de la modelo.
Un abrazo.
Muy buena. Me gusta ese misterio ese insinuar sin enseñar más de lo necesario... Los contrstes luz-sombra. En dos palabras ge-nial.
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